Con el magnífico marco de la iglesia de Santa María y su esbelta torre, la etapa arranca de Tábara dejando a la derecha el monumento y con las miras puestas en uno de los puntos insignes del Camino de Santiago, la iglesia de Santa Marta de Tera, donde se encuentra la primera escultura del apóstol peregrino que esté documentada. Es un camino agrícola que va recto en aproximadamente un kilómetro para después girar a la izquierda y cruzar la carretera de Pueblica de Valverde antes de continuar por el curso del arroyo Cañada Jarón. La senda irá serpenteando de forma muy abierta hasta llegar a Bercianos de Valverde. El trayecto discurre en su mayor parte por carrascas y jarales en un camino muy arcilloso que cuando se embarra se pega a la bota de forma impertinente.

Es invierno, pero sin duda la estampa mejora muchísimo en primavera, cuando brotan florecientes las jaras y engalanan los valles con un manto blanco manchado de encinas en el paso por la sierra de las Cavernas, desde el que se divisa, a la derecha, el teso de la Mujer Muerta. En la transición entre las tierras de Tábara y el valle de Valverde, el paisaje torna de las llanuras y tierras de labranza que intentan enriquecerse con los regadíos, a montes y dehesas, gustosas guaridas de la fauna y paraíso de cazadores en cotos perfectamente definidos entre veredas que van serpenteando siguiendo las flechas del Camino.

Desde el mismo es bien visible, a la derecha, el teso de las Cuatro Marras, para continuar por el teso Redondo, desde cuya altura se divisa el valle de Valverde. Después se toma el camino por la Reguera Grande para entrar en el término de Bercianos de Valverde, que debe su nombre a aquellos pobladores procedentes de la comarca leonesa de El Bierzo que se asentaron en la zona. Al pueblo se accede por el camino del cementerio y la iglesia de San Pelayo, que quedan a la izquierda; continuando, en una de las primeras casas de Bercianos, se ha habilitado la acogida de peregrinos y así aparece en una placa.

La ruta prosigue saliendo por la alameda y cruzando el río Castrón entre un paisaje poblado de choperas para seguir por una zona con algunas bodegas, a la izquierda, y emprender el ascenso a Las Laderas. Los encinares dominan el paisaje que culmina en un alto desde el que se otean las primeras casas de Santa Croya y el valle del Tera. Antes de llegar se toma la carretera que desemboca en el pueblo para cruzarlo pasando por la plaza y el Ayuntamiento. Pero sin duda el monumento natural por excelencia es el río Tera, que riega los valles de una tierra también plagada de vestigios históricos. Antes de salir de Santa Croya y cruzar el río se pasa por el albergue, privado, de peregrinos. El Camino Sanabrés continúa por la carretera que conduce a Santa Marta de Tera, cuya visibilidad es posible desde Santa Croya por un itinerario de apenas dos kilómetros, parte del cual discurre observando la magnitud del Tera. Después se sube una cuesta, al final de la cual se encuentra Santa Marta, con su emblemática iglesia recibiendo al peregrino en lo que fue uno de los centros neurálgicos del fenómeno jacobeo y permanente testigo del paso de peregrinos.

El Camino por Zamora no sería el mismo sin la referencia inexcusable de Santa Marta de Tera, pueblo que debe el nombre al Monasterio de Santa Marta de Riba de Tera, «cuya fecha de fundación se desconoce aunque ya se cita en un documento del año 979 con motivo de la donación de unas propiedades por parte de varios mozárabe», según refiere Víctor Sierra en una colaboración para la revista "Peregrino". Vivió momentos esplendorosos hasta su declive en el siglo XVI, y del complejo monacal únicamente se conserva la Iglesia, un monumento de bellísima factura asentado a los pies del río, considerado una verdadera joya del románico y declarado Monumento Nacional en 1931.

La Iglesia de Santa Marta, del siglo XI, es uno de los templos más antiguos del Románico peninsular. La construcción actual formaba parte del monasterio y en la misma destaca la portada meridional, con tres arquivoltas de medio punto sobre columnas, donde se ubica la figura del apóstol Santiago en su representación iconográfica como peregrino, «acaso la primera escultura que como tal se documenta».

En Santa Marta se corona una nueva etapa del Camino Sanabrés dejando la hermosa sensación de haber pisado uno de los puntos clave del devenir peregrino.

Imagen de Santiago

La Imagen de Santiago apóstol es uno de los emblemas del Camino Mozárabe. De autor desconocido, su procedencia bien pudiera estar ligada al desaparecido monasterio de Santiago -situado posiblemente en el término de Navianos de Valverde- anexionado al de Santa Marta en 1051. De referencia para numismáticos y filatélicos, en épocas recientes fue reproducido en el anverso de las monedas de 5 pesetas, con motivo del año jacobeo de 1993, y también en uno de los dos sellos emitidos el 29 de setiembre de 1995, en la serie dedicada al Patrimonio de la Humanidad. La imagen ha sido portada de libros, carteles de Congresos jacobeos y revistas. (Referencia de Víctor Sierra).