Nada se podía esperar del partido y nada deparó el Zamarat-Valencia que se disputó este domingo en un Pabellón Angel Nieto cerrado al público con un resultado final de 52-78. Esta derrota no hace más que confirmar el descenso del equipo tras una década en la élite.

El encuentro fue un mero entrenamiento entre dos equipos a los que les separa hoy en día un abismo, un Valencia en gran forma esperando retar a Avenida en la Copa y un Zamarat que ayer tan sólo dispuso de seis jugadoras para afrontar tan dispar duelo. Cuando la desgracia persigue a un equipo no hay nada que hacer para evitarlo. El Quesos El Pastor llegaba al partido de ayer todavía tocado por la última lesión, la de Marina Lizarazu que durante la semana había sabido que ya no podrá reaparecer en lo que resta de temporada. Pero cuando las cosas van mal, siempre pueden empeorar como quedó patente cuando Vanessa Gidden tomaba la decisión de parar después de varias semanas jugando con una dolencia en un pie que ha llegado al límite. Fran García no podía contar más que con seis jugadoras y no para jugar un partido más, sino para enfrentarse al que actualmente es el gran retador de Perfumerías Avenida en la lucha por todos los títulos de la temporada.

Un momento del partido Emilio Fraile

Valencia llegó a Zamora el sábado, se alojó en el Parador de Turismo y se presentó este domingo en el Angel Nieto con doce jugadoras de primer nivel internacional que ya sólo piensan en ganar la Copa de la Reina que disputarán el próximo fin de semana. El valenciano es un equipo basado en media selección española (Cristina Ouviña, Queralt Casas, Laura Gil, Raquel Carrera) a las que se suman otras internacionales como son Pina, Gomez o la canaria Romero. Y todo aderezado con varios puntales de primer nivel internacional: Allen, Gulich o Trahan-Davis. En fin, toda una pena que lo que podría haber sido un partido de altísimo nivel y un gran espectáculo si se hubiera disputado en condiciones normales, se quedó en un mero entrenamiento en el que el único objetivo era el de que el Quesos El Pastor superase los 36 puntos en que había dejado el día anterior Avenida al Clarinos en Wurzburg.

El Zamarat ni siquiera fue capaz de tomar la iniciativa en el marcador en las primeras acciones en las que no fue capaz de anotar y a partir de ahí el encuentro se convirtió en un ir y venir de una cancha a otra en el que siempre salía ganando el Valencia Basket que superó los diez puntos de ventaja con el 8-19 a poco de finalizar el primer cuarto. Con el inicio del segundo parcial, el equipo visitante había puesto en la cancha ya a sus doce jugadoras en una constante rotación que contrastaba con la dosificación de esfuerzos y el único recambio en el banquillo de que disponía Fran García. Con un triple de Leticia Romero, el Valencia superó los 20 puntos de ventaja cuando corría el minuto 15 (13-34) y el encuentro llegaba al descanso con el Zamarat estancado en 21 puntos y sin otro objetivo que el de engrosar las estadísticas individuales de unas jugadoras que están disfrutando en este final de Liga de muchos más minutos de los que habían esperado cuando llegaron a Zamora. Tras el descanso, el Valencia siguió anotando de cuatro en cuatro, mientras el Quesos El Pastor a duras penas era capaz de responder de dos en dos alternando defensas individuales con zona para capear en lo posible el temporal. Aún así, Valencia alcanzaba los 60 puntos en el minuto 27 (29-61) y el cuarto se cerró con 32-66 gracias a un triple de la gran Cristina Ouviña sobre la bocina. Y el partido continuó en una bonita tónica de intercambio de canastas con un equipo zamorano con las fuerzas ya muy justas pero sin regatear el menor esfuerzo para conseguir un resultado honroso al final del partido (52-78)