Los hogares de Castilla y León destinan un 11 por ciento de sus ingresos a pagar la factura energética, situándose el gasto medio mensual en gas, electricidad y carburante en 208 euros. Así lo recoge el estudio de “La factura energética en el hogar” realizado por el Grupo Mutua Propietarios donde también se aprecia que los hogares vulnerables son los que, proporcionalmente, más ingresos destinan al pago de la energía llegando a rozar el 25 por ciento del total.

De acuerdo con el informe, el incremento de la factura energética ha provocado que prestemos mayor atención a determinadas rutinas con el objetivo de reducir el gasto. Llenar más los electrodomésticos (93 por ciento), revisar las facturas para conocer el consumo mensual (83 por ciento) y regular la temperatura de la calefacción o el aire acondicionado, son los tres hábitos energéticos más habituales en el hogar.

Con el fin de afrontar un invierno que se prevé duro, un 59 por ciento de los castellanos y leoneses afirma estar dispuesto a cumplir con las medidas sugeridas por el Gobierno dentro del Plan +SE (Plan Más Seguridad Energética), con el que desea aportar a los hogares más seguridad frente a los precios de la energía.

En este sentido, los hogares consultados aseguran que cambiarán sus hábitos incluyendo acciones como cerrar las persianas por la noche (88 por ciento); apagar la calefacción mientras se duerme (82 por ciento), o mantener el hogar a una temperatura máxima de entre 19 y 21 grados (76 por ciento). En menor medida, un 59 por ciento de los españoles afirma que cambiará el coche por el transporte público, o reducirá el termostato a 15 grados si sale de casa (60 por ciento).

El incremento de los costes energéticos no solo afecta a los hogares a título individual, también a las comunidades de propietarios. Si bien es cierto que un 35 por ciento de los castellanos y leoneses reconoce que no ha sufrido incrementos en la cuota de la comunidad por este motivo, un 31 por ciento admite lo contrario.