Solo dos de cada diez personas que sufren delitos de odio plantean denuncia y solo una de cada diez lo hace cuando el objeto es la identidad sexual, ha dado a conocer este lunes la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones. La delgada del Gobierno ha participado en Burgos en una jornada de coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad contra los delitos de odio, un encuentro al que asisten dieciséis agentes de Burgos, Palencia, Segovia y Soria.
La Delegación del Gobierno, la Fiscalía Superior y la Fundación Triángulo han alertado del incremento de los delitos de odio en Castilla y León, donde Burgos es la sexta provincia española con una mayor tasa de delitos por cada cien mil habitantes, con 5,03. Barcones ha expuesto en rueda de prensa que el último informe del que se dispone sobre delitos de odio, correspondiente a 2020, refleja que se registraron 56 casos en la comunidad, la mayoría, veintisiete, vinculados con la ideología, once con actividades racistas o xenófobas y ocho por intolerancia acerca de la orientación sexual o la identidad de género de las personas.
Según datos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los delitos de odio denunciados en 2021 han aumentado ligeramente en su conjunto –más de un 5% en su conjunto –según los datos provisionales del Informe sobre la Evolución de Delitos de Odio 2021 que estará concluido en las próximas semanas–, pero destaca el incremento de los que tienen que ver con la intolerancia ante la orientación sexual que han sido más del doble que en 2020, ha manifestado. Desde que se publica este Informe sobre la Evolución de Delitos de Odio, 2013-2020, Castilla y León ha registrado 464 casos de delitos de odio conocidos.
En cuanto al pretexto del odio, la ideología, la raza, la discapacidad y la orientación sexual o identidad de género son los que más casos acumulan en la comunidad en ese periodo. En 2021, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron, en todo el territorio nacional, 1.802 posibles delitos .
