Castilla y León es la tercera comunidad que más gasto público dedicó a la Atención Primaria en el 2019, con un 15,82%, solo por detrás de Andalucía y Extremadura, y también anotó el tercer mayor gasto por habitante, con 262,45 euros, solo superada por Extremadura y País Vasco. Así lo constata el informe “La Atención Primaria en las comunidades autónomas” que presentó ayer la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), que mide la evolución de la financiación y el gasto sanitario, los recursos, la actividad, el gasto farmacéutico por recetas y la opinión de la ciudadanía sobre este nivel asistencial.

El estudio constata que la Atención Primaria ha pasado de ser la “hermana pobre” a la “hermana paupérrima” del sistema sanitario, con problemas de infrafinanciación “gravísimos”, demoras en las citas “intolerables” y enormes desigualdades entre comunidades, algunas en una situación “crítica” e incluso “intolerable” como Madrid y Baleares.

La conclusión es que si la Atención Primaria, que ayer conmemoraba su día, ya empezó la pandemia “muy debilitada” por los recortes, esta crisis sanitaria no ha hecho más que “agravar las cosas y llevarla a una situación critica”, ha lamentado el portavoz de la Fadsp, Marciano Sánchez-Bayle.

¿Cuánto gastaron las comunidades en 2019, el último año consolidado disponible, para la atención primaria? El promedio fue el 14,16% del gasto sanitario público, una cifra 0,24 puntos superior a la de 2018 pero aún 0,74 puntos inferior a la de 2010. El crecimiento se dio en todas las comunidades menos Castilla-La Mancha, Madrid y Asturias. Castilla y León dedicó a la Atención Primaria el 0,55% más en 2019 que el año anterior, el doble que la media nacional.

La comunidad mantiene la ratio de pacientes por médico más baja

Castilla y León mantuvo en el año 2020 la ratio de tarjetas sanitarias individuales por médico más baja de toda España, al contar cada profesional con una media de 909 pacientes, dos más que en 2019, aunque muy por debajo de las 1.345 tarjetas por médico de la media nacional y de las 1.769 de Baleares, que es la comunidad que mayor ratio presenta de todo el país.

Según revela el informe sobre Atención Primaria realizado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, la comunidad pertenece al grupo de cinco autonomías que no cuenta con ningún profesional con más de 2.000 tarjetas sanitarias individuales asignadas, junto a Asturias, Extremadura, Navarra y La Rioja, y es la región que menos profesionales tiene con más de 1.500 pacientes, al ser solo el 8,8%, frente al 35,4 por ciento de media nacional. En Pediatría, la ratio es más pareja, dado que frente a las 967 tarjetas con las que cuenta de media un médico de este servicio en Atención Primaria a nivel nacional, en Castilla y León son 847, un dato superior a las 825 de 2019, y que mejora Canarias (843). No obstante, ningún pediatra de la comunidad cuenta con más de 1.500 tarjetas asignadas, según datos recogidos por Ical.