La movilidad de los ciudadanos se ha convertido en uno de los factores determinantes para la propagación del coronavirus y en Castilla y León, como ocurre en España, ha aumentado en febrero a niveles de diciembre pasado, justo antes de la tercera ola del COVID-19.

Así figura en el informe de la empresa Kido Dynamics, que utiliza los datos aportados por los teléfonos móviles de los usuarios para calcular el radio de movilidad que abarcan cuando se alejan de casa, cuyo análisis publica este sábado el diario El País.

Este informe señala que, mientras en enero la media del radio de movilidad cayó al 55-60% respecto a la normalidad previa a la pandemia, desde febrero ha vuelto a superar en España el nivel del 70 por ciento, lo que indica que la movilidad de los ciudadanos españoles se ha acercado a lo vivido en diciembre.

En el caso de Castilla y León el porcentaje se eleva hasta cerca del 100 por ciento, en una tendencia de incremento sostenido y vertical desde primeros de febrero.

Esto indica que los ciudadanos de la comunidad están realizando más desplazamientos y de una mayor distancia que en enero, y bastante por encima de lo ocurrido en diciembre.

El representante de la empresa que analiza estos datos Alberto Hernando de Castro ha explicado que existe un nivel crítico del 70 por ciento en el incremento de la movilidad, que vincula con una tendencia al incremento de las hospitalizaciones y las muertes a las dos o tres semanas después de superar ese umbral, mientras que el virus retrocede cuando la movilidad baja de ese porcentaje.

No obstante, ha puntualizado que ese umbral no es 'ley matemática' -de hecho en Castilla y León esa superación llevaría cerca de tres semanas- sino que está condicionada al tipo de contactos interpersonales que se produzcan en esa movilidad, en referencia al cumplimiento de las normas preventivas como el uso de la mascarilla y también al grado de inmunidad de un número mayor de personas, ya sea por la vía de la vacunación o de haber pasado la enfermedad.