Las Cortes de Castilla y León aprobaron ayer los Presupuestos Generales de la Comunidad (PGC) para 2021, dotados con 12.291 millones, un 13,19% más, que sustituyen a los de 2018, cuya prioridad es la lucha contra la pandemia, reforzar los servicios básicos y facilitar la recuperación económica y social, a los que se suman ocho enmiendas transaccionadas con la oposición socialista y de Por Ávila.

Para el calificado como “el mejor presupuesto en la historia de la comunidad”, los socios de PP y de Ciudadanos recibieron el aval del único procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, al recogerse dos de sus enmiendas, si bien populares y naranjas ya sumaban los 41 escaños de la mayoría absoluta en la Cámara. La oposición de PSOE, Podemos y UPL votó en contra y la procuradora de Vox se abstuvo.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, defendió que la “gran prioridad” de estas cuentas es el “refuerzo” de la lucha contra la pandemia, cumplir el Pacto para la recuperación económica, el empleo y la cohesión social en Castilla y León y continuar con el desarrollo del acuerdo de gobierno entre el Partido Popular y Ciudadanos.

También las defendió el presidente de la Junta , Alfonso Fernández Mañueco, que calificó las cuentas de “realistas” y “responsables”, a la vez que destacó que son unas cuentas que vendrán a mejor la sanidad. Mañueco recalcó en su cuenta oficial de Twitter que además de tratarse de las cuentas más elevadas de la comunidad, son unos presupuestos que “refuerzan la sanidad, blindan los servicios sociales y la calidad educativa, aportando por el municipalismo y la recuperación económica”.

Sin embargo, los procuradores de PSOE y Podemos, que han intervenido en el pleno para defender sus enmiendas, estimaron insuficientes las partidas consignadas para la emergencia sanitaria, con más profesionales, y para la recuperación económica, con más ayudas a los sectores más afectados por la pandemia, a la vez que denunciaron que se incumple el pacto para la recuperación.

Durante el pleno se aprobaron también las cuentas de la Consejería de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior que contemplan 20,3 millones, departamento desde que se hará frente a uno de los principales retos de la comunidad, la despoblación. Durante su intervención, la socialista Alicia Palomo expresó su sorpresa por que las cuentas de este departamento no contengan sin embargo “nada nuevo para frenar al “sangría”.

La Consejería de Familia dispondrá de más de 1.000 millones

El pleno de las Cortes de Castilla y León aprobó ayer con los votos de PP, Ciudadanos y Por Ávila, el rechazo de PSOE, Podemos e IU, y la abstención de Vox, las cuentas de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, un “escudo” de 1.081,27 millones, que crece un 12,6% para que “nadie se quede atrás”. Todas las enmiendas de la oposición fueron rechazadas al defender los ‘populares’ que son el “mejor presupuesto de la historia”. La portavoz socialista Isabel Gonzalo defendió las enmiendas de su grupo para la implantación nuevo sistema sancionatorio para personas mayores, para inversiones, organizaciones sin ánimo de lucro o el acuerdo marco. Aseguró que para la Junta los servicios sociales “no son una prioridad” en un momento tan “duro”, porque mientras la aportación del Estado y las familias crece, la del Ejecutivo disminuye, para ahorrarse 43 millones, “con la que está cayendo”. Gonzalo aseguró que la Junta “no hace otra cosa que continuar privatizando los servicios sociales de Castilla y León”, dijo tras constatar el aumento de la prestación vinculada, aunque sea de 40 o 50 euros, en lugar de crear plazas públicas. “Mienten y engañan a todo el mundo menos al que recibe la prestación”, dijo por lo que pidió inversiones para aplicar la nueva normativa de residencias y advirtió de que o no aceptarán las aportaciones o no las aplicarán por falta de presupuesto. Durante el pleno de ayer, también se dio luz verde a las cuentas de la Consejería de Cultura y Turismo, dotado con 140 millones, un 11,72% de incremento, a las que incorporan seis enmiendas transaccionadas con el Grupo Socialista, que, no obstante, votó en contra junto con Podemos y UPL, mientras que Vox se abstuvo. Las cuentas de Cultura y Turismo, avaladas por PP, Cs y Por Ávila, marcan un cambio de rumbo en la conservación y rehabilitación del patrimonio y con ayudas directas a la hostelería, uno de los sectores más afectados por la crisis.