Las lluvias y el deshielo motivado por el aumento de las temperaturas han provocado la crecida de los ríos en Castilla y León, con especial preocupación del Eresma en la capital y provincia de Segovia; del Arlanzón en la de Burgos; y del Pisuerga en la de Palencia y Valladolid.

La crecida del Eresma es importante a su paso por la capital de Segovia, con un caudal de 47,06 metros cúbicos por segundo y una tendencia en aumento, mientras que en la provincia acumula una subida notable en Valsaín (22,66) y junto al embalse del Pontón Alto (34,02), en las inmediaciones de San Ildefonso-La Granja.

La crecida ha sido más moderada en el curso del Arlanzón a su paso por las población burgalesa de Peral de Arlanza (158,55) y la palentina de Quintana del Puente (205,41), al igual que en el Cega por la localidad segoviana de Pajares de Pedraza (28,30), el Esgueva en la vallisoletana de Villanueva de los Infantes (10,71), y el Riaza en el término segoviano de Riaza (8.66).

Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) informan este miércoles de la situación de alerta en seis ríos: Arlanza, Cega, Duero, Eresma, Esgueva y Riaza.