La Fiscalía de Burgos investigará si puede haber algún delito en la muerte de una mujer de 48 años a la que los médicos de la sanidad pública atendieron por teléfono y trataron con medicamentos para el reuma durante tres meses en plena pandemia, sin citarla de manera presencial y antes de diagnosticarle un cáncer que provocó su fallecimiento el 13 de agosto pasado. El Defensor del Paciente solicitó a la Fiscalía Superior de Castilla y León que se investigaran los hechos por entender que podían ser constitutivos de delito de omisión del deber de atención con resultado de muerte. Al parecer, la mujer, de 48 años, vecina de Espinosa de los Monteros (Burgos), había fallecido por un cáncer de colon con metástasis, sin que, a pesar de las persistentes llamadas a su médico de familia, éste admitiera verla en la consulta.

Respecto a este caso, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró ayer que su Gobierno tiene el propósito de “llegar hasta el final” en la investigación abierta para conocer qué ocurrió en el caso de la mujer burgalesa. Mañueco ha adelantado la intención de la Consejería de Sanidad de recuperar con la “máxima seguridad para los profesionales” la consulta presencial en aquellos lugares donde quedó suspendida por la pandemia, sobre todo en zonas rurales de la comunidad.