La Junta de Castilla y León destinará 670.000 euros para evaluar la calidad de la atención residencial, a través de un programa de investigación que llevará a cabo la Fundación Acción Social y Tutela de Castilla y León, con el objetivo de ampliar la información disponible para poder realizar una monitorización adecuada de los dispositivos de atención a las personas, tanto de los usuarios como de los trabajadores, los locales y medios empleados, y de múltiples cuestiones relacionadas con la atención residencial. Esta información, puesta en relación con la ya disponible del sistema de atención a la dependencia y a la discapacidad, permitirá superar los niveles de conocimiento actuales y, además, se dispondrá de la totalidad de usuarios, según las mismas fuentes.

De esa forma, la cantidad económica aprobada por el Consejo de Gobierno se destinará a realizar un trabajo dirigido a la investigación innovadora del uso de información, con el fin de hacer un buen seguimiento de las necesidades y atención que reciben los usuarios de servicios sociales.

Además, este sistema de evaluación continua permitirá disponer de buenos indicadores de desarrollo y de calidad de la atención, así como de la situación de los proveedores, evitando las situaciones de estrés o pudiéndolas corregir con rapidez y eficacia. Por eso, para la realización de ese proyecto, que tiene una duración de tres años, se necesita disponer de técnicos expertos en Data Mining y en tratamiento de datos.

Vacunas contra la gripe

Pero esta no es la única medida aprobada ayer en el Consejo de Gobierno, ya que también se decidió dedicar 3,3 millones de euros para la compra de 665.000 dosis de vacunas para la prevención del virus de la gripe común, de la difteria y del tétanos. La comunidad destinará 3,1 millones a la compra de 620.000 dosis de vacunas para proteger, tanto a la población general como a los grupos de riesgo, frente al virus de la gripe común. Esta acción está incluida dentro de la campaña de vacunación gripal de este año. Un total de 420.000 dosis será de vacunas inactivadas, producidas a partir de virus crecidos en huevos embrionarios, de 15 microgramos de hemaglutinina con adyuvante o análogas. Este tipo, al que se destinarán 1,8 millones, se empleará para las personas mayores de 65 años.