La formación en la agricultura, ganadería, pesca, silvicultura y veterinaria garantizó, una vez más, en Castilla y León las tasas de desempleo más bajas durante 2018, con un 5,3 por ciento, seguido del 6,1 por ciento registrado en el sector de las artes, humanidades y lenguas. Por contra, el colectivo de personas con especialización en los servicios registró la tasa de paro más alta, con un 21,4 por ciento. Es decir, una de cada cuatro personas con formación en este sector terciario en la Comunidad está en el desempleo.

Además, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que el año pasado registraron una tasa de paro del 6,6 por ciento, duplicaron ese índice hasta el 13,1 por ciento. Las variables de submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente a 2018, que publica hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE), recogen que casi la mitad de los ocupados de la comunidad (441.100 personas) tiene una formación básica y habilidades personales.

Un estudio de la submuestra de la EPA, consultado por "Ical", permite comprobar que la tasa de paro en el sector primario de la región es 3,5 puntos inferior a la media nacional, con un 5,3 frente a un 8,9 por ciento. En humanidades el índice de desempleo es cuatro puntos menos que en el conjunto de España.