Castilla y León crecerá un 2,7 por ciento en 2018 y un dos en 2019 y será el territorio más dinámico frente a la tendencia general de desaceleración. Después del incremento de un 1,9 por ciento de 2017 y a pesar del efecto de la adversa climatología sobre el sector agrícola y la caída de las exportaciones de automóviles el año pasado, los indicadores de actividad industrial "están registrando una evolución más favorable, con las exportaciones apoyadas en el sector de la alimentación", según las previsiones que Funcas.

También se ha acelerado el sector servicios, mientras que la construcción mantiene un tono similar al de 2017. La tasa de paro se situará en el 12,2 por ciento y el 10 por ciento este año y el próximo, respectivamente, convirtiéndose en una de las comunidades con menos paro. De hecho, Funcas señaló que a finales del próximo año la tasa de paro será inferior a ese diez por ciento en siete regiones, entre ellas Castilla y León.

Según las cifras de afiliación a la Seguridad Social, el crecimiento del empleo hasta septiembre fue del dos por ciento y es después de Asturias la comunidad con un resultado menos favorable, como consecuencia de un débil comportamiento en todos los sectores.

En consonancia con las divergencias en el crecimiento, el director de Funcas apuntó que a finales de 2019 la tasa de paro será inferior al 10 por ciento en siete comunidades (Aragón, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Navarra, País Vasco y La Rioja). "En un horizonte no muy lejano, estos territorios podrían experimentar situaciones de escasez de mano de obra en algunos sectores", concluyó. En el otro extremo, el desempleo aún rondará el 20 por ciento en Andalucía, Canarias y Extremadura.