Felipe VI realizó este miércoles su primera visita como rey a la ciudad de Ávila para mostrar su respaldo al primer Año Jubilar Teresiano y para presidir la Asamblea General Extraordinaria del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España que se celebró para conmemorar los 25 años desde su fundación, un 17 de septiembre de 1993, también en Ávila.

El Rey, en su discurso de clausura de esta asamblea que se celebró en el Palacio de Superunda-Caprotti, destacó el "esfuerzo y la labor tan sobresalientes que, durante los 25 años que hoy celebramos, ha demostrado el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España", por lo que les felicitó y agradeció, "en nombre de todos", ese esfuerzo. Y mostró "auténtico orgullo al comprobar la fuerza, la vitalidad y la proyección" ha demostrado el grupo durante esta trayectoria.

El acto contó con la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; la secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Oliver; las consejeras de Cultura y Turismo, María Josefa García Cirac, y de Familia, Alicia García; los alcaldes y alcaldesas de las quince ciudades miembro del grupo, entre ellos el alcalde de Ávila, José Luis Rivas, y el presidente del Grupo y alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal; así como exalcaldes y exalcaldesas de las Ciudades Patrimonio, entre ellos los abulenses Ángel Acebes, Dolores Ruiz-Ayúcar y Miguel Ángel García Nieto, entre otras autoridades. La cita arrancó con unas breves palabras de bienvenida de Felipe VI, que fue recibido con aplausos de los asistentes a su llegada al Palacio de los Superunda.

Posteriormente, el Rey procedió a firmar en el libro de honor del grupo en un acto que tuvo lugar en la Sala de Tapices del Palacio de Superunda y se procedió a descubrir una placa conmemorativa de la visita en el jardín de este edificio monumental de la ciudad de Ávila convertido hoy en un museo que acoge la colección de Guido Caprotti.