Uno de cada cuatro ayuntamientos de Castilla y León, en concreto 626, han conseguido reducir su deuda viva con los bancos durante la pasada crisis económica, mientras que otros 278 han elevado el volumen de dinero que pidieron prestado a las entidades en estos años. La gran mayoría, 1.344, no tenían deuda en 2008 y así se han mantenido durante estos años: con el contador del debe a cero, según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda y Función Pública.

El departamento que encabeza Cristóbal Montoro contabilizó que los municipios que han logrado reducir su deuda con los bancos lo hicieron en 220,33 millones; mientras que los municipios que tuvieron que financiarse la elevaron en 363,54. El resultado es que hoy los ayuntamientos de Castilla y León deben 143,21 millones de euros más que en 2008.

Los datos elaborados por Ical, constatan que 26 ayuntamientos subieron su deuda viva en más de un millón de euros, con León a la cabeza, con 220,78 millones a finales de 2016 que suponen un crecimiento durante el periodo de 133,46. Asimismo, en segundo lugar de la tabla se situó Burgos, que concluyó el año pasado con una deuda viva de 205,87 millones de euros, que reflejan un incremento en 93,53 millones de euros. Cabe destacar el caso también de algunos ayuntamiento que no tenían concertado ningún préstamo en el año de inicio de la crisis y superaban en 2016 el millón de euros, como Peguerinos (Ávila); Grajera (Segovia) y Coreses (Zamora). En el extremo opuesto, los cinco ayuntamientos que más redujeron su deuda viva en los años del análisis fueron las capitales salmantina, vallisoletana, zamorana y palentina, junto al municipios de Aranda de Duero, en Burgos. En concreto, Zamora, si en 2008 presentaba una deuda viva de 19,3 millones, en 2016 está se situaba en los 5,1, es decir, 14,2 menos. Palencia redujo su deuda viva en esos años en 10,9 millones de euros, desde los 38,8 a los 27,8.

Por último, Aranda de Duero contrajo su deuda viva en siete millones, hasta cerrar 2016 con 738.000 euros concertados.