Un año más como marca la tradición, cada primer domingo posterior al Corpus Christi, la localidad salmantina de Béjar revivió hoy la leyenda de "Los Hombres de Musgo". En esta ocasión, después de cinco años esperando en una larga lista de espera, que ya tiene aspirantes hasta 2022, un grupo de seis amigos vieron cumplido su sueño. Ataviados con el manto vegetal desafiaron al calor y acompañados de numerosos vecinos y vistantes, recorrieron las calles del municipio. Una historia que se remonta al año 1267 cuando los cristianos, disfrazados con musgo, reconquistaron la ciudad en manos de los árabes. Su originalidad le valió su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2010.

Los seis elegidos de este año comenzaron a mimetizarse con los 14 kilogramos de musgo a primera hora de la mañana. De este modo, a pesar de las altas temperaturas recorrieron, “muy orgullosos”, como declararon, las calles cubiertas con pétalos y ramas de tomillo y pasaron bajo los balcones engalanados y los altares expuestos a su paso. Una vez reunidos con la comitiva tras la celebración de la misa, acompañaron a la tradicional procesión del Corpus Christi de nuevo hasta la Plaza Mayor de Béjar, donde se llevó a cabo la rendición de banderas y bendición Eucarística.

Como novedad, después de 300 años, en esta ocasión se incluyó en el recorrido la imagen de Santa Marta sobre la "Tarasca", como recuerdo de la victoria de la santa frente a la criatura mitológica, típica en la festividad del Corpus Christi.

Leyenda

Según cuenta la leyenda, la noche previa al 17 de junio en la que se celebra la festividad de Santa Marina, las tropas cristianas cubrieron sus ropas y sus armas con musgo y aprovecharon la oscuridad de la noche para acercarse a las murallas que defendían la ciudad de Béjar. Con la primera luz del día los centinelas musulmanes, que no habían visto a los cristianos debido a su disfraz, abrieron una puerta de la muralla, momento que aprovecharon éstos para entrar en la ciudad y conquistarla.