La normalidad fue la nota más destaca en el primer día del corte del centro de Valladolid al tráfico de vehículos, decisión tomada por el equipo de gobierno después de superar los niveles máximos de contaminación previstos en los protocolos, y que se prolongará hasta el próximo lunes.

Un agente de la Policía Local, situado en la Plaza San Pablo, constaba esta normalidad y resaltaba la ausencia de incidentes y incluso a primera hora de la mañana, cuando suele haber mayores complicaciones para moverse en coche por la capital y en el entorno de algunos colegios como el San José en la Plaza de Santa Cruz. “La gente estaba informada desde ayer del corte de circulación y los problemas han sido mínimos”, precisó a la Agencia Ical.

Una concienciación que llegaba hasta el punto de que algún conductor iba provisto de recibos del IBI o escritura de una vivienda para justificar que era residente y podía acceder al área restringida para estacionar su vehículo. Hasta las 11 horas, las furgonetas y camiones de reparto pudieron entrar al centro para realizar sus labores.

La nota dominante tras un paseo a pie por la ciudad era un descenso notable de vehículos, incluso en las zonas limítrofes al área cortada al tráfico. Algo que corroboró un operario del Servicio Municipal de Limpiezas, quien reconoció que había muchos menos coches estacionados en las calles donde se podía circular. En otras como la Plaza de las Brígidas al estar incluida en la zona centro, se pudo contar hasta 17 plazas de aparcamiento libres a mediodía, algo inusual a esas horas un día normal.

Un hombre mayor montado en una bicicleta en la calle San Quirce, usuario habitual del vehículo de dos ruedas, reconoció que “daba gusto” circular por el centro y que la sensación era de mayor seguridad.

No obstante, Ical pudo constatar cierto malestar entre el colectivo de taxistas al lamentar la falta de criterio de la Policía Local. Uno de ellos, Enrique Piedrahíta, mostraba sus quejas porque algunos agentes dejaban pasar al área cortada a todos los taxistas y otros solo permitían circular a los que condujeran un vehículo híbrido no contaminante.

En todo caso, consideró que, pese a lo que podía pensarse, la mañana transcurrió con menos servicios que otro día. “De momento, no he oído quejas entre las personas que han montado en el taxi. Solo preguntaban si podía llegar a un determinado lugar”, explicó.