La mujer de Roberto Larralde, acusada de asesinato con agravante por parentesco por la muerte del exboxeador leonés, declaró hoy que no planificó el asesinato de su marido ni indujo a hacerlo ni supo que se iba a cometer el crimen, y añadió que nunca se planteó hacerle daño por el hecho de que hubiera conocido a otro hombre con el que estaba ilusionada. "Era el padre de mis hijos. Por encima de eso no hay nadie, pero el sentimiento de pareja se había perdido", señaló antes de reiterar que no se planteó la separación legal de la víctima porque seguían intentando mantener el matrimonio a pesar de los altibajos existentes.

Respecto a la noche en la que desapareció y fue asesinado Larralde en la que ella hizo un viaje a Madrid con su amante y también acusado de asesinato, y otras dos mujeres, manifestó que tuvo cierto temor a que Roberto hubiese descubierto la aventura. Reconoció que al día siguiente cuando regresaban de Madrid sintió cierto agobio después de que su hijo le llamase para comunicarle que Larralde no había ido a dormir a casa, y volvió a pensar que podría haberse enterado de que ella había viajado a Madrid con el otro hombre.

Miriam C. explicó ante las partes y el jurado popular que la relación que el supuesto autor material del crimen y Roberto mantenían después de que ambos retomasen su amistad tras abandonar la prisión de Mansilla era delictiva. Respecto a los colombianos a los que en algún momento del proceso se citó como posibles implicados en la muerte, comentó que Roberto, cuando estaba en prisión, le había llamado para decirle que había sido amenazado de muerte por algunos ciudadanos de esa nacionalidad que relacionaban a la familia de los Larralde con un robo de drogas que habían sufrido.

Respecto a por qué la familia de su marido le atribuyó a ella de inmediato una vinculación con los hechos desde el momento en que apareció el cadáver, declaró que un primo hermano de la víctima dijo "que había sido yo y que lo tenía todo planeado". La acusada fue agredida esa misma noche y tuvo que ser atendida de las lesiones que sufrió en el Hospital de León. "Me encerraron en la cocina, me sujetaron las manos y entraron uno detrás de otro a pegarme e insultarme", rememoró.