Una cornisa de la torre sur de la catedral de León se desprendió ayer de su enclave original sin ocasionar daños personales. Se trata de un vierteaguas de unos 40 centímetros de longitud y dos kilos de peso, (detalle en la imagen de la derecha) que se precipitó al suelo, previsiblemente después de impactar contra algún elemento saliente, lo que hizo que cayera al exterior del recinto. Todo apunta a que las condiciones meteorológicas adversas pueden haber provocado el desprendimiento. En la foto de la izquierda, el alcalde de León, Emilio Gutiérrez y el jefe de la Policía Local, en el lugar del impacto.