Pablo Luis Gómez Hernández es desde ayer el nuevo presidente de Caja de Ávila, cargo que ostentaba Agustín González desde septiembre del año 2007. Ayer por la mañana quedó constituida la nueva Asamblea General de la entidad en la que se nombraron 92 consejeros; el Consejo de Administración, compuesto por 13 personas, y la Comisión de Control de la que forman parte seis personas. La entidad concluye así el proceso de renovación de órganos que se iniciaba el pasado 10 de mayo.

Gómez Hernández, secretario general del Partido Popular de Ávila, ha estado ligado en los últimos once años a la obra social de Caja Duero, entidad financiera en la que trabajó otros 35 años. Una experiencia que valora desde su nueva responsabilidad porque puede aportar «conocimientos positivos» aunque señaló que lo importante es trabajar desde la «honradez» y la «honestidad» y que será un trabajo «de equipo con el único objetivo de que este proyecto salga adelante». Un futuro inmediato que pasa por convertirse en fundación para poder mantener la obra social. Caja de Ávila será una fundación «sí o sí» y su nuevo presidente aseguró no plantearse su liquidación por no considerarlo «necesario».

No obstante puntualizó que antes de poder dar ese paso es necesario que la Junta establezca la normativa que regulará ese tipo de fundaciones y también conseguir patronos que otorguen los recursos económicos necesarios para sacarla adelante. Gómez anunció que el nuevo Consejo de Administración de Caja de Ávila «respetará» el acuerdo aprobado por el anterior órgano en el que se establecía una indemnización de 400.000 euros para el todavía director general de la entidad, José Manuel Espinosa.

El PSOE de Ávila anunció que solicitará «por escrito» al nuevo Consejo de Administración de Caja de Ávila que revoque dicha indemnización. «Ya que él no ha querido renunciar, el nuevo Consejo debe paralizar la indemnización», detalló.

El secretario provincial de los socialistas entiende que Espinosa «no tiene derecho a nada» puesto que su salida de Caja de Ávila el pasado 27 de junio para incorporarse a Bankia como director comercial de la zona noroeste fue «voluntaria».

«Este señor que se va con 400.000 euros es el responsable de que haya miles de abulenses con problemas económicos por las preferentes y por las acciones» subrayó Blanco, que agregó que el dinero con el que se va a abonar tal indemnización es «el único» disponible para mantener la obra social.