Tres ejecutivos del grupo Renault, incluyendo un miembro del comité directivo, son sospechosos de haber filtrado información estratégica sobre el coche eléctrico, proyecto insignia de la compañía del rombo. Al respecto, el ministro de Industria, Eric Besson, consideró el suceso como grave, según publica en su edición de hoy el diario francés Le Figaro.

Asimismo, el rotativo indica que los 54.000 trabajadores franceses de Renault están en estado de ´shock´. Tres altos dirigentes del grupo son sospechosos de haber revelado información sobre el futuro de los vehículos eléctricos, según fuentes internas de la empresa. Ellos fueron despedidos el lunes, dijo el ejecutivo, quien señaló las revelaciones graves que en su opinión socavan los intereses estratégicos y tecnológicos de la empresa intelectual.

El caso de espionaje industrial revelado por la AFP, no tiene precedentes en Renault. Uno los acusados pertenece al grupo del comité directivo, que cuenta con 27 miembros y está presidida por Carlos Ghosn. Se trata, según varias fuentes, de Miguel Baltazar, director de la división de proyectos y servicios, que forma parte de Renault desde hace 30 años. Uno de sus subordinados, director de proyectos de vehículos avanzados, también ha sido incriminado y despedido. Ambos pertenecen al núcleo estratégico del grupo, ya que es responsable de reflejar en futuros vehículos, incluyendo coches eléctricos.

Además, también existen implicados en la división responsable del plan, el producto y el programa. A diferencia de los otros dos, trabajó exclusivamente en vehículos eléctricos, como director adjunto del proyecto.

No tiene precedentes en este tipo de casos en la compañía gala, los tres sospechosos fueron despididos el mismo día. Según publica Le Figaro, podría tratarse de un grupo organizado de venta de información al exterior. Así, el beneficiario podría ser un competidor o proveedor interesado en el proyecto de Renault-Nissan de desarrollo de una batería u otro agente con intereses en el motor eléctrico.

Los hechos imputados a los tres ejecutivos de Renault se remontan a este verano. A finales de agosto de 2010, una "denuncia de irregularidades", se presentó a la atención del Comité de Ética en Renault, dice el fabricante. La investigación que siguió dictaminó el despido de estas personas a principios de la semana. A estos ejecutivos se les ordenó el lunes abandonar sus puestos. Una irregularidad de este tipo permite a una empresa despedir a un empleado cuando su comportamiento representa un riesgo para sus operaciones