La convocatoria flamenca más importante de cuantas tengan lugar en el mundo, ha iniciado un peligroso declive que habrá que parar cuanto antes. Ya los dos pasados años se vislumbraban alteraciones pero este se han puesto claramente de manifiesto demostrado por un público que ha empezado a darle la espalda. La gran cita flamenca para la exaltación del Cante Minero Levantino corre peligro. En La Unión están ocurriendo cosas. Algunas no buenas.

Partiendo de la clara evidencia de la mengua de público, especialmente en la final, la menor cobertura en medios de comunicación y, sobre todo, la disminución del ajetreado ambiente en la Avenida del Flamenco previa a la actuación, a pesar de que este año La Catedral del Cante presentaba un especial y bellísimo encendido con hologramas, obra del genial artista local Esteban Bernal.

Aspectos como la inclusión en la programación de las galas de artistas ajenos al flamenco (Lombo, Vivancos, Diana Navarro); la tendencia al localismo en los premios de Castilletes y Carburos, que sin discutir su merecimiento no “nacionalizan” e “internacionalizan” la señalada cita; la menor implicación de la ciudad con el Festival. Iniciativas que debieron de potenciarse se van perdiendo, como los menús especiales o los escaparates, que aunque siguen no se le da la relevancia que merecen; también se van perdiendo puestos de venta y expositores en Joaquín Costa; la aparición de pequeños fallos en el desarrollo de los actos, sin apenas importancia vistos por separado, pero impropios de este magno evento y que denotan una falta de coordinación general palpable, como dejarse el atril de presentación en el escenario, focos molestando al público, poca atención a la prensa, ausencia de dosieres, errores y dudas en la entrega de los premios, etc. En definitiva, y sobre todo este año, el Festival no es lo que era.

Respecto al jurado no voy a entrar en lo inapelable de sus decisiones en cuanto al otorgamiento de los galardones pero sí en la eliminación de semifinalistas para acceder a la final, como Pedro Cintas por seguiriyas, Manolo Pajares por mineras y cartagenera como mínimo, y El Chato ¿Cómo puede quedarse éste hombre sin competir por soleares y seguiriyas, incluso por bulerías? Filo de Los Patios, al menos por granaina, aunque todo lo demás lo hizo bien, Loreto de Diego por cantiñas y no tanto por seguiriyas o Anabel de Vico por soleares y seguiriyas. Esto en cuanto al cante. Respecto al baile, cuestionable –muy cuestionable- la descalificación de Clara María. Ah!, y por sí se me observara que se pasó del tiempo asignado, puedo argumentar que no sería peor infracción que dar lámpara a quién no ha ganado en el grupo dos y en el grupo tres. Finalmente la no elección de Adrián Domínguez, para la final, ponen en cuestión, estoy de acuerdo que difícil, su responsabilidad. Puede que también los miembros del jurado ante la magnitud de su empresa necesiten una opinión técnica y amiga, nunca interesada, dirigida y manipuladora, simplemente serena, sensata y experta, y que este año, no han tenido, aunque siga estando ahí.

Después de la desproporcionada criba efectuada por el jurado faltó competencia en el baile de mujer, tenido en cuenta que el “Desplante” se ha desdoblado en femenino y masculino. También en “Cantes bajo andaluces”, donde la escasa, por no decir nula, disputa dejo mucho que desear. Y lo más importante, la lucha por La Lámpara, donde las eliminaciones previas y cuestionadas, dejó sin lustre la final de un Festival que por lo demás no mostraba, como ha ocurrido en otras ediciones, cantaora o cantaor claramente destacado. Sin embargo, los galardonados son los que son, y como he dicho no voy a discutir tal asignación.

Sí he de destacar, y destaco en el haber de este año, como muy positivo, la creación de un Concurso de Trovos. Hay que darle preponderancia a este genuino arte único en La Unión y Cartagena, por lo que muy bien merece ser acogido bajo el manto protector del Festival.

RELACIÓN DE GALARDONADOS

Lámpara Minera (15.000 €): María José Carrasco

Desplante Masculino (9.000 €): Hugo López

Desplante Masculino. Segundo Premio (4.500 €): Adrián Santana

Desplante Femenino (9.000 €): Mónica Iglesias

Filón (Instrumentista) (6.000 €): Andrés Barrios

Filón (Instrumentista). Segundo Premio (3.000 €): Juan Antonio Sánchez

Bordón (Guitarra solista) (6.000 €): Andrés Carbonell “El Bola”

Bordón (Guitarra solista) Segundo Premio (3.000 €): Luis Medina

Cartageneras (3.000 €): Manuel Cuevas

Tarantas (3.000 €): Francisco Escudero “El Perrete”

Murcianas y otros Cantes Mineros (3.000 €): Evaristo Cuevas

Malagueñas (3.000 €): José García “El Petro”

Cantes Bajo Andaluces (Seguiriya) (3.000 €): Loreto de Diego

Cantes Bajo Andaluces (Soleá) (3.000 €): Álvaro Rodríguez

Otros Cantes (Tangos Extremeños) (3.000 €): Francisco Escudero “El Perrete”

Jóvenes cantaores (3.000 €): Araceli Campillos y María del Carmen González