Como en el resto de las entregas, la velada del jueves resultó altamente atractiva, lo que nos lleva a calificar esta edición del dos mil veinte con alta nota, pudiendo contemplar a uno de los artistas que han marcado los momentos álgidos de la programación: Manuel de La Tomasa.

Además, como siempre, impecable organización y trato por parte de los responsables del teatro: personal técnico, de sala y administración, sin olvidar a su carismático director saliente, Daniel Pérez, muy bien relevado por el entrante, Chema Esbec, ciertamente con la motivación necesaria y saber estar.

Abrió la noche el sevillano Manuel con la bonita sorpresa de Antonio Carrión en el acompañamiento. Tonás antológicas, para salir los palmeros Frasquito y David Rufo asistiendo el cante por alegrías, con primera muestra monumental del maestro Carrión. Manuel dixit “Estoy muy contento con venir a Zamora, ahora voy a cantar por Levante”: entrada preciosa y personal –y la criatura tiene sólo veinte añitos- ejecutando taranto y taranta de Fernando el de Triana. Impresionante. Bulerías por soleá con los cinco cuerpos de rigor. Colorida riestra de bulerías, con más regalo artístico de Carrión, coronadas por prolongados y sonoros aplausos, lo que hizo que el joven cantaor, llamado a marcar territorio flamenco, se viniera definitivamente arriba y ofertara al numeroso público: “Voy a cantar por seguiriyas”. Alguien desde el escenario lo corrige, “Bueno, voy a cantar unos fandanguitos”. Los muchos aplausos fueron el preludio del descanso.

Pedro El Granaino, con el también gran maestro, Antonio de Patrocinio a la bajañí, comienza la segunda parte a lo grande, por soleares. El cante del Granaino es altamente efectista, bellamente distorsionado y con enormes silencios, sigue siendo un cante para baile y no tanto para escuchar. Él lo sabe perfectamente, como sabe que esa manera suya de hacer, atrae a grandes públicos. Yo no tengo nada que objetar. Bienvenido sea. Ya con los palmeros Joaquín González y Luis Dorado, abordan tientos tangos, dedicados “A la memoria de D. Enrique Morente”. Sin duda su gran referente además de Camarón. Muy bonitos y con un grandioso Patrocinio, sin duda en liza con Carrión. Qué lujo tener a los dos grandes maestros de la sonanta frente a frente. Lo mejor es que los volveremos a tener de nuevo en Zamora el próximo mes. Continúan con media granaína, granaína y fandango de Manuel Torre personalizado hasta el abandolamiento. Siguen con canción por bulerías para interpretar “El poeta lloró”, popularizada por Bambino, y cogida de María Soleá, además de “Treinta Primaveras” de Chango Guaqueño, para iniciar el cante por seguiriyas, dos de Manuel Torre y cierre de Manuel Molina. Vuelven con tanda de tangos para rematar por cuatro fandangos, tres de Caracol y el tercero del Niño Gloria: “Quiero dedicárselo a todos los abuelos –tengo que reconocer que me sentí muy alagado por mis tres nietos maravillosos- me acuerdo de mi nieta, y por eso”. Muchos y merecidos aplausos para cerrar este importante e imprescindible Ciclo Flamenco nacido en el ocaso del pasado siglo.

Cuando una puerta se cierra otra se abre. En poco más de dos semanas, La Peña Flamenca “Amigos del Cante” inaugurá un nuevo Ciclo de auténticas campanillas a precios populares y con primerísimas figuras contrastadas. Cantaores de la talla de Julián Estrada, Luis Perdiguero, Alfredo Tejada, Perico El Pañero o Ismael Serrano, junto a guitarristas como Jesús Zarrías, Antonio de Patrocinio o Antonio Carrión, además del baile de Raquela Ortega, se darán cita en Zamora.

Este ciclo tendrá lugar los sábados 14, 21 y 28 del mes de marzo, en el Colegio Universitario.

¿Hay quién de más? Seguramente no.