Al ritmo del folclore en Benavente

Benavente pone en valor la indumentaria, música y baile tradicionales en la Escuela, "necesaria porque los informantes se están muriendo"

Fomentar la conservación, difusión y estudio de la cultura tradicional, acercar a los participantes cuáles son sus raíces, son algunos de los objetivos que persigue la Escuela de Folklore de Benavente y Los Valles. La actividad de esta escuela, que se desarrolla los miércoles en Benavente, se lleva a cabo gracias a la asociación Arlafolk, el Ayuntamiento de Benavente y el Consorcio de Fomento Musical de Zamora.

"Es necesaria la existencia de la Escuela de Folklore puesto que, hoy en día, nuestros transmisores, nuestros informantes de ese folclore se nos están muriendo. Ya no hay opción de ir a los pueblos y que te enseñen una jota. Estamos hablando de gente de más de 90 años y ya no son de fácil acceso. Hace treinta años encontrabas en los pueblos un grupo de cuatro o cinco señoras que te enseñaban la pandereta, una canción, un baile. Ahora la única forma de transmisión es a través de las escuelas. No existe la posibilidad de ir en busca del folclore a los pueblos", explica Camino, directora de la Escuela de Folklore de Benavente. "Hace once años no tenía sentido que hubiera escuelas alrededor y en Benavente no. Y comenzó la andadura de esta escuela".

En la escuela, que realiza su actividad en la Casa de Cultura La Encomienda, se imparten distintas materias. De modo que hay tres aulas de pandereta (nivel de iniciación, medio y avanzado), dos de pandero cuadrado (iniciación y avanzado), dos aulas de baile, flauta y tamboril, gaita sanabresa y percusión e indumentaria tradicional. Además de un aula de folclore infantil y otra "abierta" de folclore juvenil.

Tras la pandemia se redujo la participación en el aula de folclore infantil, pero en la actualidad siguen cuatro niñas en este aula. Además, sigue en marcha el folclore juvenil, una de las asignaturas que se puso en marcha el pasado año con la intención de promover en los jóvenes la investigación del folclore, el conocimiento de las fuentes.

"Es un aula abierta. Lo que queremos es que exploren y participen del folclore. Tienen clase todos los días pero se mueven por toda la escuela", explica Camino.

"Queremos impulsar todas las inquietudes que tienen para aprender, investigar, conocer la raíz y si quieren innovar o hacer diferentes trabajos tienen libertad para hacerlo. Son jóvenes que tienen la libertad de proponer cosas", añade. Esta aula pretende acercar el folclore a los jóvenes, que "puedan experimentar, evolucionar, conocer. Les ponemos la escuela a su disposición". Señala también que "les damos tanta libertad a nuestros jóvenes porque son el siguiente eslabón de nuestra escuela".

Los alumnos que forman parte de esta Escuela de Folklore de Benavente suelen participar en distintas aulas. "Siempre interactúan unas con otras. Porque, por ejemplo, la pandereta no tiene sentido en sí misma. Nos complementamos". En esta escuela la formación es intergeneracional puesto que participan en las aulas gente de distintas edades desde los 4 años hasta señoras de una edad avanzada. "Convivimos mucho".

Este año, una vez más, "nuestro foco están en el folclore de nuestra tierra", pero no faltan temas tradicionales de otras zonas. "Entre el repertorio que estamos abordando está el charro, jotas, el agarrado, el tango, unos titos, un corrido maragato, todo lo que sea susceptible de aprender para que enriquezca al alumno. Canciones de Sanabria, del Bajo Órbigo, Tras Os Montes. "Estamos también aprendiendo un par de jotas gallegas", señala Camino.

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