10 cámaras de vigilancia del tráfico sin funcionar en Benavente, a expensas de la licitadora

Diez de las dieciséis cámaras de videovigilancia del tráfico rodado instaladas en Benavente no están en funcionamiento. Y nunca lo han estado hasta el momento. Y es que el Ayuntamiento está a la espera de que la adjudicataria de la segunda fase de este proyecto "llegue a un acuerdo con la adjudicataria de la primera fase, ya que utilizan el mismo programa". En el mes de septiembre de 2022 se instalaban en el centro de la ciudad, en la denominada Zona de Preferencia Peatonal, un total de seis cámaras de videovigilancia con las que se inició un proceso de adaptación para el control de acceso de vehículos a esta zona. Y en mayo de 2023 se formalizó el contrato para la instalación de otras diez cámaras que son las que aún no se han puesto en funcionamiento.

Explica el concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Salvador que desde el Departamento de Informática están en contacto con la empresa adjudicataria para resolver esta situación. "Tiene un problema porque la programación de las licencias tiene que estar con el sistema anterior. La programación es de otra empresa y no se ponen de acuerdo".

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Hace hincapié el concejal de Seguridad Ciudadana, además, en que antes de su puesta en funcionamiento hay otros aspectos que también quieren "mejorar" o valorar desde el nuevo equipo de Gobierno y así lo han trasladado al grupo socialista en la oposición, en comisión informativa, cuando se ha interesado por este asunto, asegura Salvador.

Explica también el concejal que "se han colocado con la fibra existente, pero sin electricidad". El aprovechamiento de la infraestructura de fibra existente, era uno de los aspectos recogidos en el pliego de condiciones del contrato. De modo que, según este pliego, nueve de las diez cámaras a suministrar e instalar en la segunda fase van conectadas por fibra óptica a la sede del teatro Reina Sofía (donde ya estaban conectadas las seis cámaras existentes del sistema de lectura de matrículas).

Las cámaras que están a la espera de su puesta en funcionamiento son las instaladas en las conexiones de la Rúa con Ronda del Progreso; Santo Domingo con plaza de Santa María; Doctor García Muñoz con Plaza Juan Carlos I; calle Santi Spíritus en el cruce con Aguadores; calle Herreros en el cruce con Carbajés; Herreros con Matadero; Herreros con Lagares. Herreros con plaza del Sepulcro; Plaza del Grano con Encomienda; y calle Villalpando con calle Ciudad de Toro, esta última para controlar el acceso de vehículos.

Las cámaras instaladas en la primera fase sí están en funcionamiento y se tramitan sanciones.

Pendiente de hacer la base de datos de residentes para autorizaciones

La Concejalía de Seguridad Ciudadana explica que "estamos valorando a ver si podemos corregir algunos aspectos que creemos que no se han hecho bien" y también está pendiente el registro de residentes en la base de datos para hacer las autorizaciones de acceso pertinentes. "Hay cosas que queremos hacer antes de poner en funcionamiento esta segunda fase como meter en la base de datos los nombres de la gente que vive en las zonas afectadas por este sistema de control de tráfico. También tendrán que solicitar el acceso sin restricciones y está pendiente".

Plantea además la Concejalía algunos cambios de dirección de las calles afectadas por este control con cámaras de videovigilancia. "Nos han llegado quejas de algunos vecinos, que nos parecen razonables y estamos valorando si realizar ese cambio. Lo hemos consultado con Policía Local y parece acertado hacer el cambio. No somos partidarios de hacer cambios de direcciones de calles, porque siempre se producen problemas, pero en este caso es posible que lo hagamos". Se refiere Salvador a la calle Carbajés donde, según explica, las cámaras "obligan a algunos vecinos, de avanzada edad, a recorrer un tramo de la calle marcha atrás para salir". También explica el concejal que "vamos a revisar dónde están colocadas las cámaras, en función de unas direcciones de entrada y de salida". El anterior equipo de Gobierno había planteado para este proyecto una tercera fase para controlar la velocidad de circulación de los vehículos.

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