Color, originalidad, diversión y mucha pasión han sido los ingredientes de las fiestas patronales de Santa María de la Vega, que ayer echaron el cierre con, entre otras actividades, un desfile de disfraces y carrozas amenizado por una charanga.

Los participantes tenían claro que solo querían pasarlo bien y aprovechar las últimas horas de unos festejos que llevaban tres años sin poder celebrar a causa de la pandemia, igual que tantos otros pueblos, y nada iba a arrebatarles ese privilegio.

Ni siquiera la lluvia, que parecía querer dificultar el desfile de carrozas, pudo con unos vecinos que no se amedrentaron y siguieron adelante con todas las celebraciones.

Desfile de carrozas y disfraces. | E. P.

Hadas y duendes, catrinas o una carroza de agua con los disfraces más playeros fueron algunos de los participantes de un desfile que arrancó en la Plaza del Consistorio, siguió por la Plaza de la Iglesia y culminó de nuevo en la Plaza.

Fue hacia la mitad del recorrido cuando los grises y oscuros nubarrones sobre el cielo de Santa María comenzaron a descargar agua, aunque ello no impidió completar el recorrido con normalidad.

Procesión en honor a San Roque y La Asunción. | E. P.

La jornada terminó con una gran verbena a cargo de la Orquesta Malibú Show. Cierran así cinco días de festejos, amparados bajo el toldo de la devoción a Nuestra Señora de la Asunción y a San Roque, que volvieron a salir a las calles en procesión con unos vecinos entregados, que le demostraron toda su devoción.