Zamora Vaciada: Jóvenes aferrados a sus raíces

Cabañas de Tera apuesta por recuperar sus tradiciones y recupera la romería con pendones por Santa Bárbara, el próximo día 4

Varios jóvenes de Cabañas de Tera realizan el porte del pendón de Santa Marta. | E. P.

Varios jóvenes de Cabañas de Tera realizan el porte del pendón de Santa Marta. | E. P. / Eva Ponte

Cabañas de Tera, pedanía de Camarzana, es uno de los pueblos de la provincia de Zamora que mantiene a duras penas su población, principalmente integrada por personas mayores o jubilados, aunque revive en la época estival con la llegada de jóvenes que en el día a día están estudiando fuera u otros oriundos que optan por regresar a su lugar de origen cuando tienen vacaciones. Hay quienes no se resignan a formar parte de esa “España Vaciada” que parece no tener más futuro que verse sumida en la desaparición y desde esta pequeña pedanía reivindican la conservación de su patrimonio arquitectónico y cultural, no solo como insignia del pueblo sino también como un modo de revitalizar la actividad y sea algo más que algo puntual en el calendario anual.

El izado del porte de Santa Marta, en el exterior del emblemático templo románico. | E. P.

El izado del porte de Santa Marta, en el exterior del emblemático templo románico. | E. P. / Eva Ponte

Llevan haciéndolo desde hace tiempo con la espadaña de su antigua iglesia.

Este templo prácticamente en ruinas, pero que conserva en pie su espadaña, es una de las obras incluidas en la Lista Roja del Patrimonio, una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra, que recoge aquellos elementos del Patrimonio Histórico español en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.

El pendón “colorado” de Cabañas. | E. P.

El pendón “colorado” de Cabañas. | E. P.

Ahora ponen fecha para recuperar una tradición romera que congregaba antiguamente a cientos de personas de los pueblos del entorno portando grandes pendones. Será el día 4 de junio y está prevista la participación de los pendones de Santa Marta, Abraveses, Rosinos, Carracedo y Ayoó de Vidriales.

La novena y la procesión de Santa Bárbara siguen celebrándose en el pueblo, ahora en la parroquia dedicada a Santiago Apóstol, su patrón. Recientemente, en el año 2019, los vecinos han recuperado el canto de una antigua loa que se hacía al menos tres décadas antes, según explican, coincidiendo con esta celebración religiosa.

Y este año recuperan la tradición romera con los pendones. Durante varios días un grupo de jóvenes de Cabañas de Tera han realizado el izado y porte del pendón de Santa Marta, que es el pendón más alto de los que perviven en Zamora. Y es que en Santa Marta no disponen de pendoneros y gracias a estos voluntarios de Cabañas (Iván, Javier, Álvaro, Sergio y Jairo), también este pueblo de la zona del Tera podrá participar con su pendón en la tradicional romería por Santa Bárbara.

“Entre los pendones que participaban en esta romería destacaba el de Cabañas de una considerable altura y colorado”, explica Cipriano de Paz de 99 años quien vivió en los años 40 esta tradición participando incluso en su izado en el año de 1940. Recuerda, entre risas, que tuvo que ser ayudado por otra persona más experimentada para no “zozobrar, por el viento que hacía ese día”.

Cipriano de Paz, de Cabañas de Tera. / E. P.

Cipriano de Paz, de Cabañas de Tera. / E. P.

Cipriano recuerda la procesión de más de dos horas, que coincidió el año en que fue mayordomo Felipe el Vito. Recuerda que “al finalizar la procesión se enrollaba el pendón y era la oportunidad de que los más valientes del pueblo probaran a mantenerlos en pie”, algo que no siempre se cumplía y que producía entre los vecinos y visitantes aplausos o risas, según el resultado del intento.

“Fue Vitorino Fernández, ya fallecido, quien nos detalló hace unos años en una charla distendida los pormenores de estas competiciones por izar y bailar estos estandartes de origen milenario símbolo de la identidad y competitividad de las distintas poblaciones rurales donde, según Vitorino, a veces los pueblos más modestos eran los que exhibían los pendones más vistosos como un medio de compensar sus otras carencias”, explica Blas de Paz. “Como los distintos participantes en la fiesta romera permanecían todo el día en la zona y el vino abundaba parece ser, según Vitorino, que las ancestrales rivalidades entre los pueblos, que no pocos las remontamos a los castros astures de la zona, comenzaban a fluir y las peleas entre mozos eran frecuentes con “descalabros” incluidos donde el vino sobrante hacía de desinfectante”.

Así pues, Cabañas sigue empeñado en recuperar sus raíces y tiene una cita el próximo día 4 a partir de las cinco de la tarde.