Mantener los espacios naturales libres de suciedad y frenar las consecuencias que acarrea la basura abandonada en el medio ambiente son los principales objetivos que persigue una de las actividades realizada estos días por voluntarios de Cruz Roja en el entorno del Esla, en término de Castrogonzalo. Se trata de la iniciativa “Libera, unidos contra la basuraleza”. Un proyecto promovido desde la ONG ambiental decana de España, SEO/BirdLife, en alianza con Ecoembes y que cuenta con la colaboración de Cruz Roja.
En Benavente se ha llevado a cabo estos días la primera iniciativa de este año dentro del programa de Medio Ambiente con los mayores, en el que el voluntariado de Cruz Roja trabaja por el mantenimiento de los entornos naturales y por poner freno al impacto del cambio climático en el día a día.
Catorce voluntarios de Benavente, y otros cinco más llegados de Zamora y Toro, así como dos técnicos de Medio Ambiente participaron en esta actividad en la que quedó constancia del impacto de la acción humana sobre la naturaleza al arrojar basura de todo tipo.
“Hemos realizado más salidas, pero esta es la primera del año. En otras ocasiones la recogida de basura la planteamos en Benavente, por el entorno del Prado de las Pavas y la Pradera, pero en esta ocasión el proyecto plantea la recogida en el entorno de las riberas de los ríos o pantanos, por lo que decidimos acercarnos a Castrogonzalo”, explica la técnico de Cruz Roja Benavente, Marian García.
En el recorrido por la ribera del río, por un camino que acostumbran a utilizar los vecinos de Castrogonzalo y de la comarca no encontraron mucha basura, más allá de algún recipiente de plástico a lo largo de un kilómetro de recorrido. “Entendemos que es un lugar que visitan los vecinos y están concienciados de la importancia de mantener este paraje en buenas condiciones y así lo encontramos”, señala la técnico.
Finalizó la actividad en el entorno de la zona de pesca, donde el curso del río arrastra la basura hasta esta zona y fue allí donde más desperdicios pudieron recoger. “Es basura que arrastra el río hasta allí. La gente del pueblo es súper cuidadosa pero allí sí que encontramos basura de todo tipo, que lleva hasta allí el curso del río”, añade.
Hasta 240 kilos de basura recogieron del cauce. Botellas de plástico en su mayor parte, pero también objetos menos cotidianos como asientos de furgoneta, un cabecero de una cama, una manguera de riego o piezas de vehículos.
“Fue una mañana productiva”, señaló una de las voluntarias. “Además de recoger basura, pasamos la mañana en la naturaleza, en un lugar muy bonito y que podemos disfrutar en la comarca de Benavente”, señaló otro de los voluntarios.
