DH2 energy España, empresa constituida en febrero del año pasado y filial de la francesa del mismo nombre, lleva meses negociando con propietarios y con agricultores de Castrogonzalo y Castropepe la compra o la adquisición contractual de los derechos de superficie de hasta 1.000 hectáreas de suelo rústico fuera de la zona ZEPA (área de especial protección de aves, y singularmente de la avutarda).

Zona de interés del proyecto junto a la Autovía A-6. | J. A. G.

La empresa proyecta la instalación de placas solares para la producción de hidrógeno verde a través de electrólisis solar. El hidrógeno se mezclará con el gas natural que circula por el gaseoducto que atraviesa la zona, dado que a normativa permite en España una mezcla del 5% en volumen. Producirá hidrógeno a una presión de 70 bares, compatible con una inyección en la red de gas.

Las negociaciones de los responsables de la empresa con propietarios y agricultores se han traducido hasta ahora en acuerdos sobre derechos de superficie en 280 hectáreas, según confirmó ayer un responsable de DH2 energy. La oferta de la empresa tiene dos modalidades: la compra del suelo a razón de entre 9.000 y 11.000 euros la hectárea y la adquisición mediante contrato de los derechos de superficie (un derecho real sobre los terrenos durante 50 años) a razón de 900 y 1.100 euros mensuales. Estas cantidades fueron las confirmadas ayer por la empresa, aunque algunos propietarios señalan cifras ligeramente superiores en ambos casos.

La empresa ha realizado también una oferta específica a los ayuntamientos: firmar acuerdos sobre los derechos de superficie del suelo rústico municipal con contraprestaciones dinerarias anuales de entre 600.000 y 700.000 euros, que irían directamente los presupuestos municipales. En este ámbito de negociación no hay aún acuerdo alguno, y fuentes de la empresa han explicado que las reticencias de algunas asociaciones habrían lastrado las negociaciones.

La empresa maneja cifras de vértigo a niveles de inversión y creación de empleo. Localiza su proyecto en Castrogonzalo y Castropepe aunque el territorio que se tiene en cuenta alcanza también el término municipal de Villalpando, pero circunscribe esta operación concreta en el ámbito de las provincias de Salamanca, Valladolid, León y Zamora, aparte de Soria, donde promueve otro proyecto diferente y donde necesita 1.800 hectáreas de suelo.

En el conjunto de las cuatro provincias referidas, sin contar Soria, la necesidad “ideal” de suelo de la empresa alcanza las 12.000 hectáreas, si bien con la mitad de terreno la actuación sería viable y con 9.000 hectáreas, “el proyecto ya estaría”, según precisaron las mismas fuentes.

En el caso de Castrogonzalo y Castropepe, a la consecución del terreno sucedería la instalación de placas solares y la construcción de una hidrógeno descarbonizado (H2 verde), pero previsiblemente también de factorías de electrolizadores y otra industria auxiliar.

El montante de la inversión en las cuatro provincias, siempre según las mismas fuentes de la filial española de la firma gala, alcanza varios “miles de millones”. En la fase de construcción se prevé la generación de hasta 7.000 empleos y del orden de 300 en la fase de producción de nitrógeno. Trasladado al proyecto de Castrogonzalo y Castropepe, los empleos en construcción llegarían a 600, y a medio centenar en la fase de generación de hidrógeno.

No está determinado el lugar en el que se construiría la planta de nitrógeno verde, aunque estaría entre ambas localidades y Villalpando. El plazo estimado, de consolidarse la actuación, para llevarlo a efecto sería de unos cinco años: entre y dos y tres para obtener todos los permisos y autorizaciones administrativas, incluidas las ambientales, y otros dos años para la construcción de las plantas y la instalación y conexión de las placas solares.

La empresa ha rechazado adquirir derechos en parcelas que se encuentren en zona ZEPA, pero han escogido la zona por sus horas diarias de luz solar, por las comunicaciones terrestres (el nudo de autovías) y porque el gaseoducto atraviesa la zona.

La producción del hidrógeno por electrólisis del agua fue descubierta en 1800. La activación eléctrica entre un cátodo y un ánodo crea una reacción química. El contenido energético del agua es considerable: 1 litro de agua contiene el equivalente a 0,4 litros de aceite.