Los niños prestan atención a las indicaciones.| E. P.

Julián Morán explica a parte de los alumnos de la Escuela Municipal de Ajedrez algunos movimientos de ajedrez.| E. P.

El presidente del Club de Ajedrez pregunta dudas a los alumnos de la escuela municipal.| E. P.

Dos niños inician una partida, mientras otros dos preparan el tablero.| E. P.

El ajedrez se ha vuelto a poner de moda, gracias a la exitosa miniserie de Netflix “Gambito de Dama” donde una niña de 11 años descubre su habilidad para el juego y que en pocos años llega a la élite mundial y es algo que también han notado en Benavente los integrantes del Club de Ajedrez que acaban de retomar la actividad de la escuela municipal que este curso ha estado prácticamente paralizada por las restricciones sobrevenidas por la pandemia. Aunque la serie está recomendada para los niños, sí cuenta con numerosos seguidores entre sus padres. “La repercusión ha sido muy notable en todos los sitios, no solo aquí. Está muy bien llevado todo lo que tiene que ver con el ajedrez y la pasión que ejerce en los jugadores de ajedrez. La serie ha hecho que esta actividad o deporte de minorías se esté generalizando y entre en esta área las “damas”, esto es así y esta serie lo ha potenciado muchísimo a nivel mundial”, señala.

El problema de este año es que hay gente que no se anima “por la situación sanitaria que estamos viviendo”, señaló el presidente del club Julián Morán. “Hemos implementado todas las medidas necesarias para poder llevar a cabo esta actividad de la escuela municipal”, añadió el presidente, quien pone en valor la utilidad pedagógica del ajedrez. “El ajedrez puede ser un juego y un deporte muy exigente a nivel competitivo, pero también tiene una gran utilidad de carácter pedagógico”, asegura.

En pocos días se han cubierto las plazas disponibles en la Escuela Municipal de Ajedrez, un total de 15, un aforo reducido por las restricciones establecidas. “No queríamos dejar esta actividad al margen, porque además aquí en Benavente existe un gran interés por el ajedrez, promovido en gran medida desde algunos colegios de la ciudad que incluyen este juego como herramienta de enseñanza de contenidos y competencias de su currículo”. Algo que se hace “sin distinción entre niños y niñas. En la Escuela Municipal de Ajedrez siempre hemos tenido niñas y este año también”, puntualizó el presidente.

La previsión de la escuela es que esté en funcionamiento hasta el mes de junio, incluido. “Estos niños asimilan y absorben todo lo que les explicas de modo muy rápido”, añade.

Las jornadas de martes y jueves y durante una hora los niños de Primaria inscritos en esta actividad reciben clases teóricas sobre el modo de jugar al ajedrez y también lo ponen en práctica con diferentes partidas. “Hay niños nuevos este año y con ellos hay que empezar desde cero. Desde cómo se coloca el tablero o los primeros movimientos de la apertura del juego, y de cada una de las piezas que compiten sobre el tablero. En el momento que conocen el movimiento de cada pieza comienzan a jugar partidas entre ellos. Es lo que más les gusta, ponerse a jugar y ganar”, señala Morán.

Pero aunque quieran ganar, también aprenden mucho cuando pierden. Los niños aprenden que en este juego la suerte no influye a la hora de ganar o perder y el que pierde siempre se lleva un aprendizaje para casa. El valor didáctico de este juego va más allá. Desde el análisis de las posibles jugadas a desarrollar y las consecuencias de cada movimiento antes de decidir, pasando por el desarrollo de la paciencia y el respeto al compañero, el freno de la impulsividad o aceptar los propios errores.

“Estos niños ahora están empezando y estas sesiones son más para mantener contacto con este juego. Pero ahora mismo, si los ves jugando, ves lo importante que es la atención que prestan a lo que están haciendo. Están acostumbrados a un bombardeo digital constante, y conseguir que concentren la atención en esta actividad es ya beneficioso para ellos”, añade.

En el aire sigue la actividad de ajedrez para adultos que tiene treinta personas esperando su inicio. “No se trata solo de echar una partida de ajedrez, se trata de crear vínculos y relaciones sociales. Es un punto de encuentro y un modo de ejercitar la mente”.