Tras casi veinte años, el taller de encuadernación y cartonaje de la Casa de Cultura La Encomienda se ha convertido en una de las actividades más consolidadas de la programación de actividades culturales a lo largo del curso. Una sala de este centro municipal acoge la actividad cada martes y jueves durante cuatro horas seguidas y a cuatro grupos diferentes. Algunos con más de quince años de experiencia en este taller y otros que por primera vez han dado el paso de aprender algo de lo que se imparte en esta actividad, para pasar el tiempo libre.

En estos tiempos de nuevas tecnologías todavía hay quien sigue prefiriendo un buen libro, de los de papel con tapas. Y en este taller encuentran un lugar perfecto para recuperar libros ya envejecidos, en donde la creatividad es la gran protagonista.

"Empezamos todos cosiendo. Eso es algo que tenemos en cuenta a la hora de que se incorpora alguien nuevo al taller. Se hacen los cuadernillos, se cosen y después se montan las tapas", explicó María Jesús Correa, monitora del taller. "Pero no solo es un taller de encuadernación. Es mucho más, trabajamos el cartonaje. A lo largo del curso se hacen cuadernos, cajas, cubiletes, carpetas, álbumes, cajas para los álbumes. Se deja un poco que cada uno haga lo que quiera y se les va mostrando la técnica a utilizar", añadió

En una larga mesa de trabajo se observan las herramientas que utilizan para sus creaciones. Pilar y Maribel preparan unas libretas. Aseguran que les gusta desde el primer día y se han quedado "enganchadas". Toñi se afana con el cúter para cortar un trozo de cartón, ella ya cumple una década en el taller; otra de las alumnas realiza álbumes de sellos y también hay quien lija una caja. "Hacen elaboraciones de todo tipo y siempre con un par de labores en marcha, para aprovechar los tiempos de secado de las piezas", añadió Correa.