"Patriarca" fue noble. No hubo heridos de asta durante todo el tiempo que estuvo en la calle, pero las caídas por las carreras y las aglomeraciones pasaron una factura de once heridos.

Con pronóstico reservado fueron derivados al complejo hospitalario de Zamora dos varones de 40 y 54 años respectivamente. El primero sufrió una fractura de muñeca en la caída colectiva en la confluencia de la plaza de San Antón con calle Matadero. El segundo fue atendido de un desgarro muscular en un muslo por un pisotón.

El Hospital de campaña atendió a un total de nueve heridos leves por traumatismos y contusiones. La mayoría requirieron placas de radiología y todos estos heridos fueron dados de alta poco después de ser atendidos.

Ajeno a la carrera del Toro Enmaromado, el dispositivo sanitario atendió a otro varón benaventano de unos 40 años de edad que sufrió un ictus cerebral. La presencia de ambulancias del dispositivo sanitario resultaron providenciales. El hombre fue evaluado en el Hospital de campaña y derivado de urgencia a León.

El dispositivo sanitario, cada año más completo y con un equipo de profesionales más nutrido, estuvo activo desde prácticamente el inicio de la carrera de "Patriarca". El cirujano jefe compareció en una rueda de prensa junto al alcalde, Luciano Huerga, al finalizar la atención médica a todos los pacientes atendidos.

Huerga felicitó a la edil de Fiestas por la decisión de acortar el recorrido y por el resultado final de la carrera y a la vez se mostró crítico con las aglomeraciones de gente tras el astado, un elemento de presión sobre el animal que, según dejó entrever, ocasiona problemas y requiere "pedagogía". El alcalde fue más allá en su explicación, que se produjo nada más sonar la bomba que anunciaba la muerte de "Patriarca", y subrayó que en caso de que la pedagogía la que se refería no fuese suficiente para aliviar la presión sobre los astados "habrá que tomar otras decisiones".

La llegada de "Patriarca" al matadero, incluso acortada en un tercio del recorrido, fue mayormente celebrada por el público y por los corredores. La alternativa: más tiempo en la calle del animal con peligro, ha terminado por resultar más que convincente.