Una carrera del turrón y una chocolatada cerraron en la mañana de ayer las tablas de un abanico lleno de actividades organizadas en el colegio Sansueña de Santibáñez de Vidriales.

Al igual que se realizó en el resto de colegios de la comarca, en el de Santibáñez de Vidriales se vivía una jornada marcada por la ilusión de las inminentes fiestas navideñas.

Con un sabor dulce y festivo se despedía el año en el centro de enseñanza vidrialés con una nutrida participación de la comunidad educativa. Escolares, profesores, padres y personal del centro no fueron ajenos a los actos programados en el Sansueña, ya que sobre el escenario del salón de actos desfilaron alumnos de todos los cursos, maestros y familiares. Todo porque la fiesta navideña quedase en la memoria de los pequeños llenos de ilusión.

La cita venía a despedir el año y abrir las puertas de las vacaciones navideñas. No quedó nada en el tintero, porque todo estaba diseñado previamente y por eso la complacencia del nutrido público lo agradecía.

A través de representaciones escénicas de temas navideños, los grupos de escolares fueron desfilando por las tablas del escenario recogiendo el aplauso unánime de los asistentes. Una representación de madres y padres sobre el escenario logró los vítores y aplausos más calientes, porque todo era familiar, todo fue un ejemplo de convivencia y así se tradujo en un ambiente más que festivo.

Aplausos, reconocimientos, galardones envueltos en la ilusión más emotiva se trasladaron al patio del colegio para participar en la ya anual carrera del turrón. Una cita esperada en la que los escolares más avezados marcaron huella ante algunos de los atrevidos padres. La degustación de una chocolatada puso el colofón a la jornada festiva en el Sansueña.