La realidad se ha impuesto a los planes urbanísticos de hace años, que perseguían poner suelo a disposición del sector de la construcción. Ahora, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente continúa con la reconversión inmobiliaria que se traducirá en la anulación este 19 de octubre de 210 áreas en Castilla y León, con una superficie de 27.580 hectáreas, equivalente a la mitad de la isla de Ibiza, que en conjunto tenían capacidad para edificar un millón de viviendas. En Zamora se verán afectados por esta medida Benavente, Valdescorriel y Villabrázaro.

Fomento prepara la aplicación en unas semanas de una disposición transitoria de la Ley de Medidas sobre rehabilitación, regeneración y renovación urbana y sobre sostenibilidad, coordinación y simplificación en materia de urbanismo del Estado, aprobada en 2014. Esta norma estableció los plazos para demostrar la viabilidad de los terrenos clasificados en su día como suelo urbanizable.

Tras acabar con otros 100 millones de metros sin ordenación en octubre de 2016, dos años después la Consejería vuelve a someter a este examen a otros 275 millones de metros cuadrados de terrenos urbanizables sin delimitación.

19 de octubre

De esta forma, aquellos cuya ordenación detallada no haya sido aprobada definitivamente antes del 19 de octubre quedarán clasificados automáticamente como suelo rústico común, lo que facilita a los ayuntamientos la adaptación al nuevo escenario.

La Consejería, además, contactó hace tiempo para que los municipios afectados, entre ellos, capitales de provincia, pudieran presentar alegaciones o promover planeamientos durante medio año. Con esta medida, el departamento de Juan Carlos Suárez-Quiñones responde a su "compromiso de facilitar un desarrollo urbano sostenible y respetuoso con el medio ambiente, al eliminar las previsiones fallidas de desarrollo que a día de hoy suponen un lastre para los municipios afectados".