Las vaquillas Tiburcia, Atilana y Farruquita pasarán a los anales de la historia local de Grijalba de Vidriales. Los astados de la ganadería del prestigioso hierro vallisoletano de Rodolfo Gallego, de la finca "La Requejada" de San Román de la Hornija, dejaron en el ruedo un espectáculo como no se había visto en esta pequeña localidad vidrialesa desde hace años. Concretamente dos décadas. Y el respetable, agradecido.

Y el esfuerzo de la juventud ha valido la pena, porque la generosidad del público, de vecinos y foráneos, se ha visto colmada con un saber hacer por el grupo de jóvenes de Grijalba que ha contado con la colaboración municipal y de varias firmas comerciales.

Si el denodado esfuerzo de los jóvenes en traer al pueblo una capea con todo lo que ello conlleva, de trámites burocráticos y la logística, se ha visto colmado con el reconocimiento, no ha sido menor el emprendido en la organización y desarrollo del extenso abanico del programa festivo.

Se trataba de organizar un programa en el marco de los festejos patronales de la Virgen de la Asunción, la Señora a la que está dedicada la iglesia alba, la blanca, de donde recibe el nombre este pueblo.

Desde el pasado martes con un campeonato de tute se han venido celebrando los festejos que cumplían su Día Grande el miércoles dedicado a la patrona con una misa y procesión animada por la música de gaiteros. Un baile vermouth animado por Fole Feroz daba paso a la fiesta de la espuma, juegos, ronda de mocedad por las calles con el grupo "El Hilandón" de la villa leonesa de Alija del Infantado y la verbena.

El día 16 se organizaba la diversión con saltos y recortes ante los astados y una verbena ofreciendo a los asistentes, ya de madrugada, los típicos bizcochos grijalbeños para mojar en el chocolate. El programa proseguía el viernes y ayer sábado con juegos autóctonos como la calva, una cena popular, música y el fin de fiesta de ayer con una comida popular y una cena.

Y la juventud grijalbeña se sentía agradecida de la respuesta lograda con el desarrollo de su programa de fiestas. Lo que parecía casi imposible, gracias al esfuerzo común se hizo realidad.