"No estamos ante una burbuja migratoria, sino que se ha vuelto circular". Resalta el obispo de Astorga y presidente de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española refiriéndose a que los expertos señalan que "los inmigrantes pasan a España, a EE.UU., vuelven, es como una rueda".

Monseñor Juan Antonio Menéndez Fernández hacía estas declaraciones en el transcurso de un desayuno informativo tras su reciente viaje a Estocolmo en calidad de presidente de la Comisión de Migraciones a la reunión anual de presidentes y directores de las Comisiones de Migración de las Conferencias Episcopales Europeas.

Para el dirigente episcopal "no hay crisis migratoria, hay crisis de política migratoria porque la Unión Europea y los Gobiernos no se ponen de acuerdo. Los políticos utilizan el tema como arma arrojadiza y tenían que hacer un mínimo esfuerzo para la acogida, buscar soluciones de Estado para que sean estables. Nuestro país tiene que ser generoso, pero también tiene que ser responsable". No dudemos, señala el prelado, que este fenómeno "cambia la configuración de España. El país se verá modificado porque será plurirreligioso, será multicultural, no queda más remedio que entendernos, ayudar a nativos e inmigrantes a entenderse, lo que el papa Francisco llama "la cultura del encuentro".

A este respecto, el presidente de la Comisión de Migraciones apunta a que la cantidad de inmigrantes no ha crecido en España desde el año 2008 y para ello aporta cifras que maneja la Conferencia Episcopal como que existen 4,5 millones a los que se suman otros 2,5 millones que se han nacionalizado españoles. Para Menéndez de los 900.000 inmigrantes que ingresaron en España el pasado año, de ellos sólo unos 20.000 lo hicieron de una forma irregular, apuntando a que han permanecido 100.000 en nuestro país, ya que se marchan a otros países. Es lo que el prelado, asumiendo las voces expertas, denomina como migración circular.

En los datos puestos sobre la mesa, monseñor Menéndez apuntó a que el mayor número de inmigrantes que recibe actualmente nuestro país procede de Venezuela, aunque en las noticias se refleja únicamente el flujo de llegadas por el Mediterráneo que se cobra muchas vidas, pero "no olvidemos que el desierto se lleva otras tantas". Monseñor Menéndez ponía el énfasis en la necesidad de que los Gobiernos actúen sobre las mafias favoreciendo políticas económicas y sociales en el origen. "No es la mejor solución crear centros en los países de origen de los inmigrantes ya que en muchos casos son estados corruptos que no garantizan los derechos de las personas", enfatiza monseñor Menéndez.

Para el obispo Juan Antonio Menéndez el problema de la inmigración no puede quedar reducido a la inmigración irregular. El prelado apunta a que en estos momentos se puede decir que "en general no hay brotes de odio al extranjero, de xenofobia, aunque algunos medios de comunicación arrastrados por las agendas políticas y económicas del momento, no siempre tratan en su justa medida el fenómeno de la migración. A veces, abordan este fenómeno sólo desde el punto de vista político y económico confrontando los problemas de los inmigrantes con los ciudadanos del país que generan incomprensión y alimentan la xenofobia". Es necesario abordar la cuestión migratoria en su complejidad "sin banalizar los hechos relacionados con el fenómeno migratorio o magnificarlos".

Recuerda el prelado cómo el día en que en Valencia desembarcaban del Aquarius 600 inmigrantes, a las costas gaditanas llegaban 2.000 personas, el foco mediático se cernía sobre la llegada en el barco y monseñor se pregunta: "¿dónde están los del Aquarius?, ¿están en España?"

Monseñor Menéndez resaltaba que en el encuentro celebrado en Estocolmo el eje vertebrador del análisis de los expertos y dirigentes de las comisiones de migración giró sobre la estrategia para sensibilizar a los fieles católicos para que perciban adecuadamente en su justa medida el fenómeno de la migración, así como dar a conocer lo mucho que viene haciendo en Europa la iglesia católica en este campo y sobre cómo combatir las falsas noticias que alteran y manipulan la realidad de la migración.

En la ONU se está trabajando en pactos globales sobre la inmigración y la iglesia ya ha propuesto una batería de 20 medidas con objeto de organizar estos flujos migratorios. No obstante, Estados Unidos se ha desentendido de la organización. Circunstancia que suscita una mayor incertidumbre al ya de por si enturbiado panorama.

A través de un vídeo explicativo con experiencias personales de voluntarios y expertos, se incide en la necesidad de la colaboración como eje vertebrador haciendo hincapié en la dignidad de la persona con derechos indiscutibles. El presidente de la Comisión de Migraciones manifestó su preocupación por la trata de personas y el cada vez mayor número de niños que llegan solos, que no vienen acompañados.