Rubén Alonso San Miguel (Benavente, Zamora, 26-6-1998) representa a Castilla y León en los campeonatos nacionales de gimnasia rítmica y está comprometido con la tarea de lograr visibilizar este deporte, icono de la práctica femenina, en el que, asegura, "se discrimina a los hombres".

Es por ello, que pide a la Federación Nacional que las competiciones sean mixtas y se eliminen los privilegios a las mujeres, que compiten en las finales por aparatos y optan a campeonatos europeos, mundiales y olimpiadas, frente a los hombres que tienen acotada su participación.

"La Federación Internacional nos impide la participación y cuando lo hacemos a nivel de Estado lo hacemos con los códigos femeninos. En definitiva, hasta 2009 la rítmica masculina no existía. Nos ponen la peor hora de competición siempre para que no nos vea nadie, un martes o miércoles a las 8.00 horas de la mañana", lamenta, para asegurar que la Federación niega, además, las solicitudes para que opten a competir con un conjunto mixto de forma reiterada.

Este joven gimnasta, afincado en Soria, ha tenido que "oír de todo" por la práctica de este deporte, ya que muchas féminas ven "una intromisión" el hecho que los hombres se decidan a exhibir su flexibilidad y elegancia en el tapiz.

Afirma que no es sólo una cuestión de que los hombres lo vean mal, que también, sino que algunas mujeres les miran con recelo, les ven como rivales y llegan a cuestionar el hecho de que los hombres no sean tan elegantes como ellas, calificando sus actuaciones de antiestéticas y antiéticas. Esta discriminación evidencia la lucha de géneros pero a la inversa en un deporte que ya de por sí está poco visibilizado por ser practicado por mujeres.

"Es el único deporte poco visibilizado en el que el hombre está discriminado. Mueve poco dinero y como lo practican las mujeres y estamos todavía en un mundo dominado por los hombres, la disciplina tiene escaso seguimiento", explica.

Llegó a Soria hace unos meses para iniciar la carrera de Fisioterapia y a pesar de que se encuentra con algunas dificultades para entrenar a diario debido a la escasez de días que puede utilizar el tapiz municipal, afirma "estar encantado" con la acogida que le ha dado la ciudad y el Club Gimnasia Soria.

El gimnasta castellano y leones comenzó a practicar a los 16 años la gimnasia rítmica, una edad muy tardía que, sin embargo, no le ha impedido ganar posiciones a pasos agigantados en cinco años. Sus músculos, le decían, ya no eran flexibles, un apunte que también se encargó de echar por tierra, ya que la práctica de otras disciplinas como la escalada, el patinaje, kárate y fútbol y la natación le ayudaron a tener una buena base.

"Al principio, es cierto que me daba vergüenza comenzar a practicar este deporte. Veía a algunas compañeras de escalada que lo practicaban y me llamaba la atención. Finalmente, me apoyaron mis amigos y me apunté al Club Gimnasia Rítmica Benavente. Por aquel entonces, era el único chico de la Comunidad que practicaba este deporte".

Su entrenadora zamorana, Carolina Ramos, consiguió que en nueve meses compitiera a nivel nacional y le introdujo en el mundo de la rítmica sin dilación. Actualmente, entrena dos horas al día para representar a Castilla y León en los campeonatos.

En el futuro, le gustaría pelear por un podio en un Campeonato de España. En su palmarés está haberse proclamado subcampeón de Galicia, campeón de Castilla y León, donde no tenía competencia y ganador de varios torneos. Además, su progresión en nacionales sigue creciendo, siendo undécimo, décimo y séptimo en los últimos años.