Luciano Huerga Valbuena (Benavente, 1979) encara la recta final del mandato municipal a un año y medio para las elecciones municipales. El alcalde hace balance de su gestión, de los episodios vividos en los últimos meses, y de sus planes de gestión hasta los comicios locales de 2019.

-¿La grabación del exbombero ha perjudicado su imagen?

-En cierto modo sí, evidentemente, pero creo que también ha reforzado una imagen de no ceder a chantajes ni a presiones, y que se sepa que hay un alcalde que no ha venido a hacer lo mismo que hacían los anteriores: seguir la línea marcada, no meterse en problemas y dejar que las cosas continúen con un modelo que nada tiene que ver con la legalidad. Por lo tanto, en cierto modo sí ha perjudicado mi imagen, pero en otra, y así me lo cuenta la gente, se ha reforzado, porque había que poner un punto y final a determinadas situaciones laborales en el Ayuntamiento, y había que ser valiente para saber que podría tener consecuencias personales porque esta situación lleva muchos años, está larvada , es un cáncer y hay mucha gente que defiende ese sistema.

-¿Cómo cree que ha percibido Benavente un lenguaje que no es habitual en un dirigente público?

-Pues evidentemente con estupefacción en primer lugar, tal y como salió la noticia. Pero fundamentalmente después hay que entenderlo. Todo el mundo sabe perfectamente que en la vida diaria se utiliza un lenguaje distinto a la vida pública: Ya dije que pedía disculpas en su momento, pero no me arrepiento para nada de lo fundamental de aquella conversación, que es la defensa absoluta de la legalidad y de no aceptar chantajes ni amenazas por parte de aquellos que quieren permanecer en un puesto, o de aquellos que quieren que el Ayuntamiento se guíe como antes, por el caciquismo y el nepotismo.

-Sobre la grabación anunció medidas legales. ¿Mantiene la intención de ejercerlas?

-Esa ventana sigue abierta. Cuando alguien hace pública una conversación privada y la saca fuera del ámbito de su puesto de trabajo y las hace públicas y notoria, como ha hecho en este caso el partido de la oposición, esto tiene repercusiones de carácter jurídico, y por tanto se está estudiando y se verá, sobre todo por que además la grabación se difundió por fases. No sé si nos conviene tanto judicializar la vida política, a pesar de que lo que ha hecho el Partido Popular es gravísimo.

-Uno de los caballos de batalla de su Gobierno en materia de personal tiene que ver con los bomberos. Ustedes han decidido afrontar el proceso de funcionarización de la plantilla y acaba de producirse una sentencia favorable al Ayuntamiento ¿Cómo la valora?

-Pues lo importante no es tener razón sino que te la den. Y lo que está ocurriendo es que se nos está dando la razón día tras día. Los fraudes de ley no se pueden consentir, las irregularidades en las contrataciones no se pueden consentir, y sobre todo lo que no se puede consentir y lo que nosotros defendíamos y que en gran parte son las amenazas que se hacían en esa grabación por parte de una determinada persona, es que iban a reventar el servicio y que además estaban haciendo un exceso de horas. Pues lo que ha dicho la juez de una forma clara, y ya lo había dicho con anterioridad la Inspección de Trabajo, es que no existía un exceso de hora y que podíamos estar tranquilos en la prestación del servicio. Es de agradecer que los jueces nos den la razón y además de la forma tan nítida con que lo han hecho. Es una sentencia muy gratificante para todo el equipo de Gobierno pero sobre todo para una línea en materia laboral que respalda una política que ha sido un punto y aparte de lo que venía ocurriendo en Benavente.

-Hablando del servicio de extinción de incendios, usted se acaba de reunir con la presidenta de la Diputación y le ha pedido más dinero. Hoy por hoy cuál es la situación.

-Pues la situación real es que el Ayuntamiento de Benavente desde el año 1999, cuando se creó la mancomunidad, presta un servicio, el de bomberos, que es competencia de la Diputación Provincial de Zamora por tener la ciudad menos de 20.000 habitantes. Desde ese año, y esto lo tienen que saber los benaventanos, que la ciudad haya tenido personal propio para el servicio le ha costado a todos los contribuyentes cerca de 3,2 millones de euros.

-¿Cuál es el coste de personal del servicio en la actualidad y lo que aporta la institución?

En estos momentos la Diputación da 220.000 euros, tras la última modificación del convenio, pero el coste de personal que pagan los benaventanos se acerca a los 369.000. Hay por lo tanto un déficit que es inasumible para una administración que no tiene la competencia. Una cosa es colaborar y otra soportar el grueso del coste económico de una competencia impropia, y por eso la Diputación debe sufragar de una vez por todas y de forma justa esa prestación del servicio. Lo que están haciendo en realidad los benaventanos es ser algo más que solidarios, llevan siendo generosos desde 1999, y esa generosidad es de 3,2 millones de euros. Si a cualquier ciudadano le cuesta un euro el servicio de prestación de incendios, los benaventanos no tienen por qué pagar cerca de nueve. Es un agravio comparativo que con anterioridad se ha consentido.

-En esa reunión usted reclamó un plan extraordinario de obras. Mantiene que se gasta más en el remanente de tesorería que en el propio presupuesto provincial. ¿Por qué?

-Es superior al presupuesto de los planes municipales de obras. Fue de cinco millones el año pasado, y el remanente que se repartió entre unas pocas localidades fue de más de seis millones de euros.

-¿Por qué cree que Benavente está siendo perjudicado?

-Benavente históricamente se ha sentido perjudicada por las políticas de la Diputación. Es una obviedad, pero cuando uno está en política comprende rápidamente que eso es cierto. Dar a Benavente lo justo, no es precisamente una de sus premisas y eso está claro. Lo que pretendemos es que deje de guiarse por criterios sectarios y partidistas y que deje de repartir el dinero entre sus afines y de vez en cuando incluya algún municipio que no es de su color político. Lo que queremos es que se reparta el dinero de forma igualitaria y con criterios objetivos y para obras que de verdad necesitan los municipios. Y que se reparta anualmente, porque si los remanentes son de todos deben de repartirse entre todos y no entre unos pocos.

-¿Qué hará si su petición no es atendida?

-Creo que los ciudadanos de Zamora están viendo que el PP está en los últimos estertores políticos y que les da igual que descubramos su política sectaria y partidista, en este caso en el reparto de fondos. Los ciudadanos lo que tiene que hacer con su voto, con v, es botar, con b, a la gente que está dirigiendo la Diputación Provincial porque se necesita urgentemente un cambio en esta provincia. Más de 30 años del PP nos ha situado en Zamora arriba del todo del ranking de todo lo malo.

-Se ha superado el ecuador del mandato y va usted camino de su tercer año de gestión municipal. ¿Qué balance hace? ¿Está satisfecho con lo realizado? ¿Qué le queda por hacer?

-Nunca se puede estar satisfecho cuando se es inconformista. Mi percepción y la que me transmite la gente de la calle, y no afines o concejales, es que se ha hecho una buena gestión. No extraordinariamente bien, pero sí bien. Sobre todo lo que hemos tratado es de mejorar la gestión municipal en todos sus aspectos y creo que eso se ha conseguido de cabo a rabo. Hemos llevado la administración al siglo XXI , pero al 2018, no a principios del año 2000. Y lo que hemos hecho estos dos años para atrás en planificar el Benavente del futuro.

-¿Cuál es ese futuro?

-Tener servicios, desde la sanidad hasta tener trabajo. Y esta última es básica. Se está trabajando en un modelo de futuro de transporte, logístico e industrial que es fundamental. Aunque mucha gente no lo perciba el plan de viabilidad que está en marcha para desarrollar el Benavente III es fundamental, no de cara a dos o tres años, sino para los próximos 15 años . Y también se ha planificado la mejora de la imagen de la ciudad con obras que eran necesarias, y lo que se ha hecho y es novedoso es la defensa de la prestación de unos servicios dignos. Pero no solamente para Benavente, sino para la comarca. En estos años se había producido una separación y lo que hay que buscar es la unidad porque somos un todo. Benavente vive de la comarca, y la comarca viene a surtirse de servicios a Benavente. Y la pelea que tenemos con la sanidad es que cada vez tenemos menos servicios porque cada vez somos menos. Si no somos capaces de cambiar esa dinámica, lo que supone cambiar todas las políticas anteriores, vamos camino de vivir en una provincia abandonada, envejecida y en la que se verá nacer hijos para que se vayan a otros lugares.

-¿De qué se enorgullece en estos dos años y medio y que le pesa no haber podido conseguir?

-Estoy orgulloso del equipo de Gobierno en su conjunto. De lo bien que ha trabajado. De la implicación que tiene. No lo digo yo, lo dice mucha gente que lleva muchos años en la Casa Consistorial: nunca habían visto un grupo humano de estas características a pesar de ser dos formaciones políticas distintas, pero que siempre han tenido una cosa en mente, que es el interés general, el interés común, y no el interés particular o partidista. De esto me enorgullezco, y me pesa, como dije el primer año, que la administración fuese más rápida en las tramitaciones, que fuera capaz de dar soluciones a problemas que se están viendo de forma más rápida. Por ejemplo, el Plan General de Ordenación Urbana que estamos abordando después de ocho años de indolencia absoluta, tiene una tramitación más larga de lo esperado y hay veces que eso desespera. Estamos intentando reforzar la gestión porque si no al final quienes pierden son los ciudadanos y la economía local.

-Las malas relaciones con la oposición parecen una losa difícil de mover. ¿Está dispuesto a tender puentes?

-Los puentes siempre han estado tendidos pero incluso antes de ser alcalde ya los había dinamitado el PP. Yo entiendo toda la crítica política que se quiera hacer, pero cuando se entra en cuestiones personales y no solamente conmigo, en las descalificaciones, en las faltas de respeto en los plenos... es muy difícil. La mano siempre la han tenido tendida y siempre la han despreciad, desde el primer día, desde el Pleno de investidura. Han hecho una oposición dura sin argumentos, impropia de quien ha gobernado. Mano tendida siempre para las cuestiones capitales de la ciudad pero siempre ha sido rechazada.

-El PP les ha acusado de diferir la ejecución del presupuesto para ejecutar inversiones con fines electorales en este último año y medio ¿Cuál es su opinión?

-No es cierto. Sólo en desarrollar proyectos, lo sabe todo el mundo y lo he dicho antes, se consume mucho tiempo. Por ejemplo la reforma de la calle Herreros se quería ejecutar en 2016, pero ha habido que hacer un proyecto de tal entidad y aprendiendo de los errores que el PP cometió en la Rúa, que nos ha obligado a diferirlo en el tiempo, y los tiempos de la administración no son los que no gustarían a todos. Pero aún en el hipotético caso, que no lo es, de que hubiese sido así, cuál es el problema. Eso lo ha hecho el PP constantemente en sus años de gobierno.

-El Centro de Transportes, al cien por cien de ocupación, y la apuesta por la logística a partir del estudio de viabilidad en redacción parecen sus apuestas por el empleo y la generación de riqueza. ¿Habrá una nueva nave en año y medio?

-El Centro de Transportes es la joya de la corona de Benavente y hay que agradecer su existencia a quienes lo idearon en su momento al crear una sociedad cien por cien municipal. Si en los terrenos que quedan en el Centro de Transportes hay que hacer una nave, la haremos, porque la sociedad pública tiene capacidad económica y financiera para ello e incluso tenemos la demanda para ocuparla de forma inmediata. Si tenemos que hacerla de forma transitoria para mantener la actividad económica, se hará y lo decidiremos en los próximos dos o tres meses.

-¿ Después de un año de reivindicaciones sanitarias que grado de cumplimiento otorga a la Consejería de Sanidad y qué esperanzas alberga de que se cumplan las peticiones planteadas?

-La Junta mínimamente ha cumplido su compromiso de no cerrar las camas de la primera planta del Hospital. El resto de los compromisos yo los considero incumplidos, pero no solamente yo, también el resto de los ciudadanos. Además están viendo que las promesas, las cifras, los fuegos artificiales de la Consejería de Sanidad del Gobierno regional no son verdad. Lo ven todos los días en los consultorios, en los centros de salud, en el Hospital. Para el futuro tengo la esperanza clara que es que este Gobierno municipal va a seguir apostando por la mejor sanidad pública y de calidad para Benvente y para la comarca.