La Liga del Corte Puro, con clasificación para la próxima ronda en Iscar (Valladolid), preludió ayer el inicio de las fiestas de la Semana Grande del Toro Enmaromado, que arrancarán a las 20.30 de la tarde de hoy en la plaza Mayor.

Cuatro novillos de Hato Blanco y un sobrero, que tuvo que sustituir al cuarto de la tarde por burriciego, pusieron a prueba las cualidades de 16 cortadores en la plaza benaventana, que se llenó un año más.

Los tendidos rindieron un minuto de silencio por el benaventano Jorge Villar antes de que comenzará una tarde de calor despiadado en la que terminaron triunfando Adrián Lamba, Dani Alonso y Tororo. Los novillos de Hato Blanco resultaron desiguales, y los cortadores tuvieron que emplearse a fondo con algunos de ellos. El primero y el tercero fueron los más aparatosos, especialmente este último, cuyo tamaño le terminó pasando factura por fatiga. El cuarto dio un susto a uno de los cortadores, y comprobado su problema de visión, fue devuelto a los corrales. El sobrero, el más anovillado de los cinco, dio más juego.

El benaventano Juan Marbán no logró clasificarse para la final, pero junto a Alain Huerga, que participó en la demostración posterior, representaron los colores locales.

Desfile y verbena

El previo de las fiestas tuvo anoche una segunda entrega de carretones con los chiqui-encierros organizados por Gente del Toro a las nueve de la noche, y con el arranque festivo de la Peña Garrafón en Maragatos.

Las fiestas de la Semana Grande del Toro Enmaromado arrancan oficialmente a las 20.30 horas de hoy en la Plaza Mayor. A esa hora está previsto que el alcalde de Benavente, Luciano Huerga, pregone el inicio de la Semana Grande y prenda la mecha del cohete anunciador. A partir de ese momento comenzará el desfile de las peñas con la charanga ganadora del concurso anual, Cucu Band, abriendo camino a las 13 peñas oficiales.

El desfile se prolongará por espacio de más de una hora y a las 23.30 horas de la noche tendrá lugar la primera y la más clásica de las verbena de las fiestas. El barrio del Toril acoegerá la acutación de la orquesta Garibaldi y en el descanso, como era habitural, se repartirán pastas y sangría entre los asistentes.