La maroma que salió a las calles con el enmaromado de este año fue ayer repartida en trozos a quince asociaciones taurinas (trece peñas oficiales, ABTE, Gente del Toro y una placa conmemorativa sin maroma para la Coordinadora de peñas) y al Ayuntamiento de Benavente, para el "futuro Museo del Toro".

El empresario benaventano, Antonio García, donó ésta y la maroma del torito del alba del miércoles, que se encontraba en mal estado, y le dio el aprobado a "Quite" por haber llegado al final del recorrido a pesar de que éste tuvo que ser acortado, evitando pasar por la argolla que apareció dañada el mismo miércoles por la mañana.

La concejal de Fiestas, Bárbara Palmero, apuntó a que "este Toro ha sido difícil en cuanto a organización y hemos tenido que ir subsanando las dificultades según venían". Hizo especial mención a la Comisión de Fiestas y citó tres nombres: Paco Salagre, Carlos Lorenzo y Jorge Villar, quienes "estuvieron ahí desinteresadamente porque Benavente lo necesitaba sin preguntar por qué ni por qué no", dijo Palmero.

La edil hizo balance tras la petición de este periódico de sus cuatro años al frente de la Concejalía de Fiestas, asegurando haber sentido "el apoyo del pueblo, que para mí es lo más gratificante" y haber trabajado "con todo el mundo que se ha querido acercar a la Concejalía y hacer cosas, tanto de peñas oficiales como de no oficiales, que también son una parte importante de la fiesta".

Hace un balance "positivo" y admite que cuando ha cometido errores "los he reconocido, como sucedió con las cabalgatas de Reyes". A continuación añadió: "he trabajado a más del cien por cien, no tengo nada que reprocharme en este sentido y el pueblo ha sabido reconocerlo".

En relación al incidente del martes de la Semana Grande, cuando se encontró con la cerradura del toril cambiada, reconoce que fue "un día muy duro" y que no hay ninguna investigación porque atribuye los hechos directamente "a los enmaromadores, a excepción de Carlos Lorenzo".

Añade que "en este pueblo lo que sobran son hombres y mujeres de valor, que saben enmaromar. Esto no es una monarquía que pasa de padres a hijos; el que más habilidades y capacidades tenga que lo haga" y expresó que "como concejal de Fiestas y como teniente- alcalde del Ayuntamiento de Benavente no voy a permitir que unas personas pretendan reirse del Ayuntamiento de Benavente. Quiero creer que fue una burla, porque si pienso que es un sabotaje u otras cosas me parece peor".

Sobre su futuro fuera de la política, Palmero dice que primero va "a descansar un tiempo", que ya ha pedido la incorporación a su puesto de trabajo y que "siempre estará disponible para Benavente, siempre que lo necesite".