El final de fiestas de la Semana Grande de Benavente tuvo eventos taurinos a pie de calle, para gusto de benaventanos, visitantes y aficionados a la tauromaquia.

Dos toros fueron desenjaulados por el vallado urbano para ser corridos en ambas direcciones. Se trata de los toros de cajón que cedió la Asociación Charamandanga.

El evento empezó con veinte minutos de retraso debido a que uno de los animales sufrió un percance en una de sus cornamentas cuando se iba a sacar del cajón, lo que obligó a sacar a un sobrero.

La impaciencia se hizo notar entre el público, que esperaba ansioso el sonido de la tercera bomba y que rogaban porque el evento no se juntase con el tercer encierro de novillos, previsto para las nueve de la noche.

Sustituyen un animal

"Picarazo" fue el primer en pisar las calles de Benavente. Con pelaje colorado y procedente de la ganadería Martínez y Pascual ofreció buenas carreras al principio y trote ligero al final. Las embestidas contra las vallas no faltaron, demostrando así su bravura.

Su compañero "Castellano", de color negro y con las patas blancas, fue sustituido por otro animal, al dañarse la cornamenta cuando iba a subir al cajón en la ganadería.

Los toros de los Condes Duques no dejaron heridos de consideración y sólo dieron algunos sustos que no trascendieron en nada grave.

El espectáculo se dio por concluido a las ocho y media de la tarde.

Media hora después, se procedió a la suelta del tercer encierro de novillos, con ganado procedente de las fincas de Esteban Isidro y Juan Luis Fraile, como ya se había hecho el jueves y el viernes.

En apenas dieciséis minutos se llevaron a cabo las dos sueltas.

El ocaso taurino se sucedió con normalidad, sin heridos por asta de toro ni personas atendidas por los servicios de emergencias.

Presuntos sabotajes

Las fiestas del Toro Enmaromado 2015 han sido muy tranquilas en lo que a incidentes se refieren. Los toros, vaquillas y erales que se han corrido en las calles o que han estado en la plaza de toros no han dejado ningún herido por asta de toro y las aglomeraciones de gente no han supuesto caídas serias, más allá de los revolcones que se puede uno llevar al participar en este tipo de eventos.

Cabe destacar los presuntos sabotajes que el festejo ha sufrido durante la semana con hechos como los daños en alguna de las argollas del recorrido o de la cerradura del propio toril, que tuvo que ser sustituida, según informar fuentes de este periódico.

Se desconoce quién o quiénes han podido llevar a cabo estos hechos, que podrían haber puesto en peligro la vida de las personas que participan en este tipo de eventos y que finalmente no han originado ninguna consecuencia grave. Las fuerzas de seguridad están al tanto de los hechos.