Los alumnos del colegio de infantil y primaria de Arrabalde han iniciado una campaña de recaudación de fondos en favor de los damnificados por el seísmo de Haití. Tres niñas y seis niños participan en las actividades con el fin de aportar «un granito de arena» a las víctimas del terremoto.

La fuerte impresión de las imágenes del seísmo provocó entre los escolares «una fuerte inquietud» e inmediatamente se pusieron a idear proyectos para ayudar, según aseguró ayer el profesor del CRA «San Pelayo» de Morales, Raúl Alvarez Alejo.

Los niños se plantearon cómo podían ayudar a las víctimas desde su pueblo. A través de Internet vieron como desde algunos centros educativos del país se volcaban en ayudar a las víctimas. Se barajaron numerosas opciones como las de confeccionar palomas o aviones de papel, inclinándose finalmente por esta última opción. Decidieron poner las figuras a la venta entre los vecinos por una cantidad simbólica de un euro.

Los escolares se embarcaron en la confección de las pequeñas naves comprando ellos mismos el material. En la tarea extraescolar participaron todos los alumnos incluso confeccionando las huchas para la recaudación de los fondos económicos. Eso sí, los aviones blancos como las palomas, pero todos ellos numerados y recogiendo una única consigna: «Por Haití».

Los beneficios obtenidos con la recaudación irán destinados a la ONG Médicos sin Fronteras, según aseguró ayer su profesor, Raúl Alvarez Alejo.

La iniciativa escolar ha tenido una gran acogida entre los vecinos de Arrabalde, que han aportado los donativos en las huchas instaladas en los locales comerciales y en el propio colegio. No son pocos los vecinos que en estos días llegan hasta el centro educativo para adquirir aviones de papel. Otros, en cambio, han decidido participar con el donativo sin recoger su avión identificado. Incluso los encargados del bibliobús escolar no han querido ser menos participando también en el apoyo a la iniciativa de los pequeños.

La campaña solidaria de recaudación de fondos entre los niños de Arrabalde está consiguiendo un valor añadido como es el de la implicación de la sociedad en esta reducida comunidad educativa. Una circunstancia agradecida por los pequeños quienes ven cómo sus vecinos han acogido magníficamente la iniciativa.

Aun no siendo mucha la cantidad económica que se obtenga de la recaudación, los escolares de Arrabalde ya han conseguido ser importantes en su pueblo y más aún si con su campaña «se palían sufrimientos entre los damnificados» del terremoto de Haití, advierte el profesor de los pequeños.

Las pequeñas naves de papel ya «han aterrizado» en muchos de los hogares de Arrabalde gracias a la solidaria iniciativa de los más pequeños de esta localidad que no cejan en su tarea y se sienten animados por todos sus convecinos que han respondido a la llamada.