La Opinión de Zamora

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Al grano

El Apocalipsis

La Culebra se trastorna tras el incendio: exige futuro al Estado y a la UE

Brigadistas durante la jornada del 18 de julio, tercer día del incendio de La Culebra Emilio Fraile

Fue como será el Apocalipsis: lenguas de fuego comiéndose la luz, el territorio, el mapa entero; casi cuarenta grados de temperatura en el aire, rachas de viento por encima de los cuarenta kilómetros por hora, el miedo de la noche iluminado por el terror de lo que está por venir, árboles convertidos en teas, un ruido que se rompe por la barriga, que crece cuadrafónico hasta estallar, una y otra vez.

Ciervos, lobos, corzos, jabalíes... corriendo sin saber dónde, la angustia humana, a paladas, que va y viene buscando explicaciones, mirando con ojos vacíos esa línea cimbreante de llamas ahítas de estar en los rincones, con ganas de brincar, de llevárselo todo por delante... Y ese olor, abrasador y húmedo de negrura, tiznado de tragedia, que viaja a la velocidad de la luz, que se estanca en el alma.

¿Y ahora qué? La obligación de todos los zamoranos es recuperar el espacio destruido lo antes posible, eso es lo importante. Que se pidan responsabilidades los políticos unos a otros, que se denuncien, que aprendan de los errores, que si incendio de sexta generación o negligencia de primera, que lo diga un juez cuando lo diga. Los que estamos al margen de intereses partidistas, tenemos la obligación de exigir lo importante a diestro y siniestro.

Vamos a urgir todos a una, vamos a exigir con una sola voz

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Si la Culebra es un espacio protegido (reserva natural y de la biosfera), si es de todos, pues que sea la sociedad en general quien se implique en su recuperación; el Estado que dé la cara por una vez por esta provincia, que nos demuestre que está para algo más que para recaudar impuestos. Vamos a urgir todos a una, vamos a exigir con una sola voz.

Y vamos a reclamar también a Europa. Si la Culebra es paraíso de biodiversidad, la mayor reserva de lobos de Occidente, pues que la UE se implique en su restauración, que pague. Y queremos que nos consulten sobre el nuevo plan de reforestación, que si pinos, robles, castaños o encinas. Queremos que no nos quemen nuestra identidad. Como hasta ahora... El fuego nos ha cambiado, nos ha trastornado.

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