Nacido en León, Claudio López es desde hace un año el máximo representante de la colonia de castellanoleoneses en Méjico, un país en el que la mayor parte de los emigrantes ha conseguido labrarse un futuro pese a las dificultades sociales y económicas que han marcado los últimos años.

-¿Qué razones le llevaron a abandonar su Comunidad Autónoma?

-Yo emigro en 1948. Mis padres eran mineros, en la zona de León, con una situación económica muy difícil. Teníamos ya tíos y amigos en Méjico. Mis padres llegaron con un trabajo ya establecido. Yo tenía apenas año y medio pero ya con esa colonia familiar establecida y personas que nos daban ayuda. Durante muchos años el trabajo estaba difícil allí, pero salimos adelante. La agrupación leonesa siempre ha aglutinado a todas las personas que llegan.

-¿Siempre ha sentido vinculación con la tierra de sus antepasados pese a vivir en Méjico desde niño?

-Esa vinculación siempre ha existido. El estar en comunicación constante con la familia influye. Además he realizado visitas muy regulares a España y, por supuesto, a León. También hay una comunicación en Ciudad de Méjico con todos los castellanos y leoneses. Eso es fundamental. Lo que tienes de tradiciones y de folclore es algo que siempre has visto en tu familia.

-¿Cuándo se funda la Casa de Castilla y León?

-En 1941 se funda la Agrupación Leonesa de Méjico, sobre todo con los leoneses, aunque luego se funda la Agrupación Leonesa de Méjico para ayudar a todos los emigrantes. Hay que tener en cuenta que el noventa por ciento de la emigración de la Comunidad a este país es de leoneses. Se ayuda y colabora, y también se mantienen reuniones culturales y sociales. El objetivo es tratar de que los hijos no se olviden del folclore castellanoleonés. Nuestra casa tienen más de 700 metros cuadrados de construcción y contamos con 400 familias asociadas, unas 1.300 personas. De Zamora habrá unas 80 entre emigrantes nacidos en la provincia, sus hijos y sus nietos.

-¿Qué tipo de actividades les gusta organizar?

-Sobre todo nos reunimos con las familias para convivir y celebrar nuestras fiestas, como la de la Virgen del Camino que, aunque es leonesa, involucra a todos los castellanoleoneses. También tenemos una vez al año una gira y nuestro cuadro de baile, que es uno de los motivos fundamentales que tiene la agrupación. Hay cerca de treinta jóvenes y medio centenar de niños implicados con este folclore castellanoleonés. Se reúnen tres veces a la semana. Al año hay una reunión de todos los centros españoles para presentar nuestras danzas y folclore.

-¿Cómo viven los emigrantes de la región?

-Hay muchos industriales y comerciantes. Tenemos muchos emigrantes que se dedican a la cuestión eléctrica o a la industria maderera. Hay muy pocas personas que necesiten ayuda. Los castellanoleoneses en Méjico siempre han contado con la ayuda de los mismos castellanoleoneses y todos han podido sobresalir económicamente. Profesionalmente nuestros hijos ya tienen estudios... Es difícil encontrar en Méjico un castellanoleonés abandonado o que sea un indigente.

-¿Hay zamoranos que hayan destacado por su profesión?

-Muchos. No me atrevería a decir ninguno en específico. La empresa que ha trascendido, en este caso de un leonés, es Cervecería Modelo, de Antonino Fernández, y que fabrica la cerveza Coronita. Es socio de la agrupación y colabora mucho con nosotros, lo que supone como puede imaginar un apoyo económico importante.

-¿Han conseguido implicar en la asociación a los descendientes nacidos ya en Méjico?

-Sí. Para nosotros es importante la integración y la colaboración. No estamos pidiendo dinero a las instituciones, sino un intercambio. Queremos que nuestros jóvenes vengan a Castilla y León y que conozcan las nueve provincias. Al tiempo debe darse una retroalimentación por parte de Zamora y el resto de las provincias. Siento que con la globalización que tenemos lo importante es la comunicación entre Zamora y Méjico, pero también entre Méjico y Zamora. Debemos venir para mostrar lo que tenemos y que maestros de aquí vayan a Méjico para que nos digan si lo que estamos haciendo en un momento dado es de verdad el folclore de aquí o estamos inventando las cosas mediante los recuerdos. Amas lo que conoces, y la única forma es que los jóvenes lleguen a Castilla y León para aprender tanto desde el punto de vista del folclore como en el campo de la gastronomía.