L. Estévez

El Asistente personal, una nueva forma de trabajo centrada en la persona, está suponiendo una transformación muy relevante en el modelo de atención dispensado a personas mayores, sobre todo con necesidades de apoyo. Básicamente, se está efectuando una transición a modelos que sitúan en un lugar prioritario aspectos como la promoción de la autonomía, las preferencias de las personas y la defensa de su dignidad.

Tres son las herramientas claves:

1. La historia de vida que recoge, desde la óptica de la persona, información relevante de su biografía, los principales hechos de su vida, sus gustos, sus preferencias, puntos fuertes y débiles, peculiaridades, sus necesidades, limitaciones y capacidades. Los distintos aspectos y apartados que conforman una historia de vida permiten aproximarse a la forma de ser de la persona y ayudan a interpretar cómo quiere vivir su vida, sobre la base de su pasado. Refleja sus expectativas, dando forma a las cosas que les gustaría hacer en este momento.

2. El proyecto de vida lo que la persona quiere ser o hacer en cada una de las dimensiones que abarcan su vida, teniendo como base su pasado. Valorando los apoyos que necesita en su contexto actual, para poder proseguir su existencia de acuerdo a sus preferencias, deseos y valores. Y sin necesidad de abandonar su casa ni su entorno.

Si la persona no puede decidir por sí misma por su deterioro cognitivo, será algún familiar o persona próxima con conocimiento y vínculos afectivos pueda ayudar a identificar, interpretar y decidir por sustitución.

3. El asistente personal es el profesional de atención directa. Al que corresponden las siguientes funciones:

a. Establecer con la persona mayor una relación de apoyo, para la atención, canalización y resolución de sus problemas y demandas.

b. Facilitar la coordinación diaria de todas las actuaciones relativas a la persona mayor, la ejecución y el desarrollo de las actividades en las que participe, adecuándolas a los objetivos previstos en su proyecto de vida y orientándola en beneficio de su desarrollo personal y social.

c. Apoyar el desarrollo del proyecto de vida y las actuaciones concretas que integren el mismo de cada persona mayor a él asignada, llevar a cabo el seguimiento continuado de la persona mayor y proponer cuando proceda, las adaptaciones pertinentes en dicho proyecto de vida.

d. Servir de enlace y referencia de la familia, en su caso.

e. Asegurar el puntual y completo registro de las incidencias, datos y observaciones sobre la persona usuaria y su evolución, recopilar información sobre ella, incorporándola a los informes que hayan de ser elaborados sobre la evaluación y seguimiento del proyecto de vida, compartiendo con el resto del personal la información disponible sobre aquella, y lo determinado sobre ella en las sucesivas reuniones del equipo de atención directa.

f. Cuidar de que se incorporen al expediente de la persona usuaria todos los documentos y datos que deban ser recogidos en él, garantizando su ordenación y permanente puesta al día.