Fomentar las industrias lácteas para generar empleo, dotar de servicios sociales mínimos al medio rural son medidas esenciales para fijar población joven en la comunidad autónoma, que reivindica el recién elegido secretario de Juventudes Socialistas de Castilla y León, Francisco Díaz Muñoz, proclamado ayer en Zamora.

-¿No es cuestión de trepar y vivir del cuento, como piensan muchos ciudadanos?

-Es triste que se piense así, que se tienen sueldazos, privilegios o prebendas, cuando la militancia en Juventudes Socialistas (JJ SS), como a todos los afiliados, me ha costado dinero. Y yo por mi cargo como teniente alcalde de Peñaranda, liberado a media jornada, cobro poco más de 600 euros, un dinero que se gasta en la propia actividad política, en el trabajo que desarrollas. Pero hay gente que nada, lo hace por amor al arte y eso es lo bonito de la política.

-¿Tan dividida está JJ SS como para que haya habido dos candidaturas a primarias, está tan maltrecha como el PSOE?

-No tiene nada que ver la lucha interna que ha podido haber en el partido el año pasado, no se ha extrapolado a JJ SS. El ir a primarias no supone que existe división interna, es algo natural, hemos sido pioneros, ha habido congresos muy movidos siempre, tampoco hay que dramatizar ni sacar de quicio la existencia de primarias. Había que ir a votar, que se haya llegado hasta la votación, de forma limpia, beneficiará a la organización.

-¿Juventudes continúa suscitando interés entre los jóvenes o está en crisis como la mayoría de organizaciones políticas?

-La política, en general, está en crisis y la joven, en particular. No nos sentimos impulsados a participar en una organización. Juventudes no atraviesa un buen momento ni a nivel de Castilla y León ni a nivel federal, hay una bajada de militancia importante, mayor en cuanto a la participación en el día a día de los afiliados. Esto es algo que nos lo tenemos que hacer mirar, de lo que no hay que buscar culpables.

-¿Qué causas hay detrás de esa indiferencia de los jóvenes?

-La crisis ha cambiado muchísimas cosas, generado una desconfianza hacia el bipartidismo. Hubo un repunte, cuando Podemos parecía que nos cogía la delantera y consiguió que mucha gente joven se reactivara, gente que votaba al PSOE, pero ha generado mucho desencanto y ahora lo que ocurre es que hay un vacío, una sensación de orfandad en la política en general y en la joven, en particular.

-¿Qué les hace falta a Juventudes, al PSOE también, para recuperar la confianza de los ciudadanos?

-Debemos volver a conectar con los problemas que hay en la calle, con los que tienen los jóvenes en Castilla y León, ganar en visibilidad, perder la vergüenza a hacer campaña a pie de calle, en los campus. Debemos luchar para resolver los problemas de los jóvenes en la comunidad, donde la mayoría están abocados a irse porque no hay trabajo y el que hay es muy precario; para que se reduzca el elevadísimo coste de tasas universitarias, las segundas más caras del país.

-¿No han perdido el pulso de la calle?

-Podíamos haberlo hecho mejor en muchos campos. En Castilla y León no hay grandes áreas industriales, pero hay que entrar en contacto con ese sector, con el mundo agrario, hemos sido demasiado señoritos, me lo decía un afiliado, demasiado universitarios, también existen jóvenes en fábricas y en explotaciones agrícolas y ganaderas.

-¿Qué reivindican a las instituciones para salir de este muerto de la despoblación?

-Hay ayuntamientos gobernados por el PSOE que se están haciendo políticas de juventud que ayudan a fijar población. Son fundamentales las buenas comunicaciones, no puede ser que pase un autobús por tu pueblo cada dos, y mantener los servicios básicos: educación, sanidad... Es cuestión de que las instituciones tengan voluntad de cambio, el que no ha habido en la Junta en estos 30 años gobierno del PP.

-¿Qué medidas urgentes reclama para frenar la emigración de los jóvenes de la comunidad?

-Fomentar la industria agroalimentaria, la Junta debe dar más facilidades, es un sector en el que Castilla y León lo está haciendo muy bien, que puede dar trabajo a mucha gente. Son factorías que no precisan grandes polígonos industriales para asentarse. La formación también es importante y un cambio de mentalidad entre los jóvenes, que se ponga en valor que vivir en el medio rural o núcleo medios de población no es quedarse atrás ni renunciar a una vida mejor, todo lo contrario, claro, con unos servicios mínimos garantizados.

-Su partido exige para Zamora un plan de dinamización que la Junta no apoya.

-El PP en la Junta está en una etapa que toca a su fin, por suerte, hay una falta de ideas y de impulso de políticas para la comunidad, se está demostrando en las calles con las mareas, los ciudadanos están cansados de este Gobierno, están poniendo cara al PP, por fin. La Junta ha sido invisible para muchos ciudadanos que no eran conscientes de que muchas decisiones que les afectaban se toman en Valladolid, por Juan Vicente Herrera, sostenido por una mayoría absoluta desde hace años. El cambio en el PP, con Alfonso Fernández Mañueco, va a dejar un vacío grande junto a un desgaste de ideas que el PSOE debe aprovechar, somos la única alternativa de Gobierno.

-¿No cree está demasiado desgastado también?

-Después de un año convulso, el PSOE comienza a estar asentado, si nos centramos en el programa, en ser una alternativa fuerte y clara, tenemos una oportunidad muy buena para conseguir la Junta. Para eso se requiere unidad y buenas ideas que tenemos y trabajamos desde la Ejecutiva autonómica. En los ayuntamientos que gobernamos demostramos que hay otra forma diferente a la del PP.

-¿Serán capaces de dejar de pegarse?

-No tengo la menor duda, lo estamos consiguiendo.

-¿Está consolidado Pedro Sánchez o se le sigue segando la hierba bajo los pies?

-El secretario general es Pedro Sánchez, nadie puede ponerlo en duda, su proyecto político es el que tenemos que apoyar todos, al igual que en Castilla y León el de Luis Tudanca. Puede haber discrepancias, como en otros partidos.