El problema demográfico de la provincia de Zamora va a más con el paso de los meses y los años y deja datos cada vez más preocupantes para el futuro de la provincia. Zamora soporta no solo una emigración muy elevada -principalmente de personas jóvenes- sino que además sufre un problema demográfico que ya es estructural. El envejecimiento -la provincia es una de las que mayor edad media tienen de todo el país- tiene consecuencias, como que Zamora sea el territorio con la tasa de natalidad más baja y el índice de mortalidad más alto de todo el territorio nacional. En otras palabras, no hay reemplazo generacional.

Por partes. Durante el año pasado Zamora registró 5,18 nacimientos por cada mil habitantes, el dato más bajo de España. El análisis de la serie histórica permite concluir que el dato es el peor de siempre. Hace diez años nacían 6,07 hijos por cada mil habitantes. En 1996 la cifra estaba en 6,37 y hace treinta años superaba los nueve. Con contadas excepciones la tendencia siempre ha sido negativa.

En el extremo opuesto, Zamora tiene la tasa de mortalidad más elevada de España -causa también del envejecimiento-. El año pasado fallecieron 15,68 personas por cada mil zamoranos. La diferencia con los nacimientos es evidente y deja un saldo vegetativo negativo -por cada mil habitantes, Zamora pierde diez-. La esperanza de vida al nacer supera los 83 años y es uno de los mejores datos de la historia. Por cada mil defunciones en la provincia nacen 333 niños. La diferencia entre ambas cifras da idea de la población que se pierde.

La provincia también pierde población por la vía de los movimientos de los ciudadanos. El saldo migratorio es negativo en 0,86 puntos por cada mil habitantes. Es un dato malo porque solo siete provincias están en números negativos, pero los hay peores, como el 2,32 que marca la provincia de Ciudad Real.