El Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero, en el que se apuesta por modificar los sistemas de medición de agua una vez se constate el fin de su vida útil, incluye actuaciones tanto en la estación de la capital como en la situada en Bretó de la Ribera. De hecho, los nuevos equipos vigilarán de cerca los posibles vertidos realizados al río Esla en este punto de la geografía zamorana. Las novedades que se introducirán con esta medida en la Red Saica (Sistema Automatizado de Información de Calidad de las Aguas) pasan por la mejora de los equipos "tomamuestras", los analizadores de amonio y otros sistemas multiparamétricos con los que se miden el PH, el oxígeno disuelto, la conectividad o la temperatura.

Con estas actuaciones, los datos obtenidos por los equipos serán de mayor fiabilidad y tendrán además una misión más específica. "Estos nuevos equipos permitirán poner en alerta zonas de especial interés y conformarán una herramienta muy útil para el trabajo cotidiano de vigilancia de la calidad de las aguas y los vertidos tanto en el río Duero como en el río Esla a su paso por la provincia de Zamora", detallan desde la Confederación Hidrográfica del Duero. El objetivo es que los nuevos equipos puedan estar disponibles tanto en Zamora como en Bretó en un plazo de ocho meses.