Amnistía Internacional tiene cada vez más influencia en la ciudad, según los datos constatados en los últimos meses. El número de socios ha aumentado en este tiempo, y la organización cuenta con más altas que bajas mensuales. Actualmente, la ONG tiene alrededor de doscientos asociados que colaboran económicamente, pero no se involucran tanto en el activismo. En dos años, la organización se ha centrado en once campañas exitosas en la capital.

Desde el grupo local, buscan convencer a personas jóvenes para su aportación como activistas, "la asociación cuenta con tres universitarios muy activos en la capital, pero que solo pueden colaborar durante sus vacaciones. Uno de los involucrados es un refugiado experto en medios audiovisuales que se encarga de los aspectos de informática, el resto de la gente cuenta con más de cincuenta años", señala Manuel Fuentes, coordinador del grupo.

Además del incremento del número de socios, la respuesta de la población zamorana ante los actos de la ONG es aceptable, "a veces la reacción es negativa, pero otras la gente ya nos conoce y se acerca a las mesas informativas sin mediar palabra", apunta Fuentes.

El último acto de Amnistía Internacional en Zamora consistió en una charla relacionada con la campaña global "Valiente", en defensa de las personas que huyen injustamente de sus países, sufren persecuciones o están en las cárceles por defender los Derechos Humanos, "la conferencia no tuvo una afluencia masiva debido a la época del año pero fue muy emotiva", reflexiona el coordinador. La campaña ayuda a mejorar el nivel de vida de personas en casos muy complicados, como niños que se adentran tempranamente en las drogas a los que se prestan alternativas como su participación en equipos de fútbol o su subsistencia a través de comedores.

La colaboración con agrupaciones municipales y con los portavoces de los partidos políticos se hace necesaria para lograr los objetivos de la organización. Una de las propuestas más llamativas fue definir al Ayuntamiento como una organización sensible al problema de los refugiados y el compromiso de acogerlos con sus recursos. La respuesta fue muy positiva y la institución aceptó en colaboración con colectivos determinados, como Cruz Roja, "es un compromiso sincero y firme. Sin embargo, el Gobierno tiene la llave para acoger a más gente, sus organismos tienen una recepción muy amable con Amnistía pero no muestran eficacia y solidaridad", observa Fuentes en relación al compromiso del Estado para acoger en dos años a diecisiete mil refugiados. El plazo está a un mes de finalizar y se han recibido menos de mil quinientos, "es una respuesta muy poco sensible al mayor problema de Europa", agrega. La próxima acción del grupo convocará a diversas asociaciones para proponerles una actividad conjunta el 26 de septiembre, día que finaliza el plazo.

Dentro de los actos a favor de aquellos que huyen de la Guerra en Siria, en Zamora la labor de concienciación ha sido exitosa. La capital cuenta con numerosos vecinos que dedican su tiempo a ayudarlos y colaboran con Amnistía Internacional, puesto que conocen bien la situación.