La liquidación del stock de vivienda nueva en Zamora se atasca. La provincia mantiene 2.555 pisos a estrenar vacíos desde el inicio de la crisis, pero la absorción apenas llega al 1,4% anual, lo que representa menos de medio centenar de pisos al año. Un atasco en la compraventa de inmuebles que se recrudece en comparación con los datos nacionales y regionales, donde se duplica e incluso cuadruplica el ritmo de adquisiciones. Con esta tendencia, según los datos recabados por el Ministerio de Fomento, la provincia de Zamora tardaría más de 40 años en quitarse de encima el parque de vivienda nueva.

Las existencias del mercado inmobiliario de Zamora, menos dinámico que el de zonas costeras o de los grandes núcleos urbanos, acumula seis años consecutivos de rebajas, aunque el ritmo continúa siendo inferior al que marca el sector en el resto del país. De hecho, el curso 2017 arrancó con 2.555 viviendas sin vender, solo 35 menos que un año antes, con un descenso del 1,4%. En el conjunto de Castilla y León, esta disminución se multiplicó hasta el 2,4% mientras que la reducción media en el conjunto de España fue del 4,3%, prácticamente cuatro veces más que la registrada en la provincia de Zamora.

Ante esta situación, con el motor inmobiliario al ralentí", Zamora necesitaría más de cuatro décadas para lograr el equilibrio entre las ofertas de venta y las compras. El sector, que cuenta con un volumen de negocio de 1.853 millones de euros en Castilla y León, no consigue alcanzar velocidad de crucero para que las compraventas despeguen y comience a moverse de nuevo el mercado, que además concentra su actividad en casi un 90% en las operaciones de segunda mano, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Fomento.

Las malas noticias para el sector, no obstante, parecen quedarse aquí. Y es que no está previsto que vuelva a crecer el stock de vivienda nueva en Zamora, ya que el sector de la construcción continúa bajo mínimos. A día de hoy, en el conjunto de Castilla y León, apenas se levantan 3.000 viviendas cada año, frente a las 51.000 que se edificaban allá por los intensos años de la burbuja en 2006. De hecho, la acumulación de casas sin vender comenzó hace 13 años, generando barrios "fantasma" y esqueletos inmobiliarios, ya que las ventas no seguían el ritmo de la edificación, principalmente en las zonas metropolitanas. Con estos mimbres, en el año 2009 se alcanzó el máximo histórico de viviendas vacías tanto en la región como en el conjunto del país.

A pesar de la recuperación económica que se anuncia desde el Gobierno, lo cierto es que la reducción del parque de viviendas ha ido a mínimos con el paso de los años. Mientras que en 2012 fueron vendidas aproximadamente 3.000 viviendas nuevas -reduciendo el stock a un ritmo del 7%- en 2013 este porcentaje cayó al 2,4% en la región y ahora se sitúa en esos valores. En Zamora, apenas se "liquidan" pisos nuevos a un ritmo que tímidamente sobrepasa el 1% anual.

La pereza instaurada en el mercado inmobiliario de vivienda a estrenar se mimetiza perfectamente con la situación que vive el resto de Castilla y León. En un análisis pormenorizado de las comunidades autónomas, esta región se sitúa a la cola en cuanto a deshacerse del stock acumulado durante los años dorados de la burbuja inmobiliaria. No obstante, son las comunidades autónomas del litoral las que acumulan la práctica totalidad del parque de viviendas a estrenar. Regiones como la Comunidad Valenciana, Cataluña o Andalucía representan la mitad del stock nacional de pisos nuevos, debido al boom inmobiliario registrado en la costa española mediterránea hace ahora algo más de una década.