Cuatro de los seis detenidos durante la madrugada del miércoles en el barrio de Los Bloques como integrantes de una red nacional de tráfico de drogas ingresaron a última hora del viernes en la macroprisión de Topas, al decretar la juez prisión sin fianza, acusados del delito de distribución de estupefacientes, dentro de un grupo que operaba en Castilla y León, Zamora, Salamanca y la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, en la Comunidad de Madrid, La Rioja, Navarra y Ciudad Real, entre otros puntos del territorio nacional. Los otros dos arrestados quedaron en libertad con cargos, con obligación de comparecer en el juzgado de forma periódica, de acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este diario. En total fueron seis los detenidos durante la madrugada y mañana del miércoles, 24 de mayo.

Aunque en los primeros momentos se habló de que se habían incautado armas y que los detenidos podían ser acusados de tenencia ilícita de armas, se ha descartado ese delito, según los datos recabados por LA OPINIÓN DE ZAMORA horas después de que los cuatro encausados comparecieran ante la magistrada del Juzgado de Guardia de la capital.

La magistrada del Juzgado número 6 de Zamora decretó el ingreso en prisión sin posibilidad de eludirla previo pago de una fianza, dada la gravedad de los hechos que se les imputan, sin que por el momento hayan trascendido detalles de la operación conjunta entre la Brigada de Estupefacientes de la Policía Nacional, agentes de la Comisaría de Zamora, y Guardia Civil dentro de la investigación que dirige un juez de Valladolid, donde se centraliza toda la instrucción, que ha declarado secretas las actuaciones para impedir filtraciones, ya que la operación continúa en marcha, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

Los arrestados zamoranos están vinculados a la red familiar de tráfico de drogas que opera en el poblado de Las Llamas de las capital desde hace veinte años, que ha dado origen a diversas operaciones policiales, con actuación de equipos especializados en este tipo de delitos de la Policía Nacional y posibilitado el arresto e ingreso en prisión y condena por tráfico de drogas de algunos de sus integrantes, recluidos en Topas.

Más de veinte efectivos de la Policía Nacional de Zamora y Valladolid armados sorprendieron de madrugada a los arrestados en sus viviendas de Los Bloques, después de tomar calles armados y con seis furgonetas para efectuar registros en pisos de Núñez de Balboa, de Alcalá Galiano y de Guijarro, en cuyos domicilios entraron por sorpresa dentro de los trabajos de desarticulación de la supuesta red de compra y distribución de estupefacientes. Los policías actuaron con ayuda de perros especializados en la detección de drogas. Paralelamente, la Guardia Civil ampliaba el operativo a Benavente, donde también registraron alguna vivienda, de acuerdo con la escasa información que ha trascendido por el secreto decretado por el juez de Valladolid para evitar interferencias en la investigación.

Los registros, que se prolongaron hasta más allá de las doce del mediodía, mantuvieron a los vecinos del barrio expectantes, ante el gran despliegue policial, con agentes armados con metralletas y las furgonetas situadas de forma estratégica para impedir las fuga de los sospechosos, que fueron trasladados a la Comisaría de Zamora antes de las dos de la tarde del miércoles, donde permanecieron detenidos hasta pasar a disposición judicial el viernes, a las 12.00 horas.

La magistrada de Zamora se limitó a interrogar a los seis zamoranos detenidos, entre los que había mujeres, en presencia del Ministerio Fiscal, que solicitó la prisión sin fianza para los investigados, asistidos por sus abogados. Los testimonios serán trasladados al Juzgado de Valladolid que ha abierto las diligencias para desarticular la red nacional de tráfico de drogas. Las actuaciones llevadas a cabo en la capital se remitirán a ese órgano judicial, ante que tendrán que testificar en adelante los seis acusados zamoranos.

En los últimos cinco años, la Policía Nacional estrecha el cerco en torno al poblado de Las Llamas, donde se han efectuado importantes registros, con la intervención de la Brigada de Estupefacientes de Valladolid y una estrecha vigilancia de la zona que ha dado origen a diversas detenciones y la condena de integrantes de la red familiar de "los Chinche" que se asentó en la calle del barrio zamorano en la década de los años 90 del siglo pasado, cuando el tráfico de drogas que se centralizaba en el parque de La Marina se trasladó a esa parte de la ciudad al rehabilitarse esta zona verde de la capital para integrarla en la vida cotidiana de los ciudadanos.

La constante presencia y vigilancia policial de la calle de Las Llamas, donde se ubica el poblado gitano, ha llevado a los integrantes de la red local de tráfico de drogas a buscar pisos en barrios de la capital en los que alquilar pisos para mantener la droga que distribuyen fuera de las casas bajas que ocupan en el barrio del extrarradio de Zamora, de ahí que la Policía Nacional haya intervenido en Los Bloques el miércoles pasado en busca de los estupefacientes y en un intento de acorralar y desmantelar los tentáculos del grupo que se dedica a distribuir droga en la capital, la provincia e incluso poblaciones limítrofes de la Comunidad Autónoma, según las informaciones difundidas por fuentes policiales.